
Por ahora, Pérez no oculta su alegría de estar al frente de una de las instituciones mejor reconocidas y evaluadas por toda la comunidad. En la gestión será acompañada por la vicepresidenta, Gladys Oyarzo; la directora de comunicaciones, Silvia Oyarzún; secretaria del directorio, Irene Sánchez; director de Desarrollo, Jorge Delgado, y responsable de la Clínica, Angélica Matamala.
Hace diez días asumieron los cargos y el gran “debut” para la presidenta fue el paro por el alza del gas. La Onemi se contactó con ellos y les pidió colaboración para atender a los turistas alojados en el albergue que se instaló en dependencias del jardín infantil del Colegio de Profesores. En Puerto Natales ocurrió algo similar.
“Lo más urgente era la alimentación, así es que todos los días nos tocaba preparar el desayuno, almuerzo, once y cena, llegando en un día a atender a más de 200 personas”, recordó Pérez.
Además, señala que no están por cambios muy radicales en el trabajo de la Cruz Roja, pero no por eso se cierran a la idea de emprender nuevas actividades, sin dejar de lado el apoyo a los más necesitados.
El directorio está planificando trabajar con niños más necesitados y los adultos mayores. “Pienso que por esa línea irá la concentración de toda nuestra energía y trabajo”, enfatizando la labor en los más adultos, por tratarse de un segmento poblacional muy vulnerable y que siempre es poca la ayuda que se le entrega.
Voluntarias
Consultada si aún existe interés por pertenecer a las filas de la Cruz Roja, responde que todos los años, en marzo, se hacen los llamados respectivos para quienes deseen trabajar en los diferentes departamentos internos, y destaca que siempre han tenido buenos resultados. “Hay muchos que se van, pero al final siempre queda un buen número de voluntarias”. En el trabajo activo actualmente son alrededor de 65 voluntarias y voluntarios. Algunos acuden siempre y otros lo hacen en forma más esporádica.
Una de las principales fuentes de ingreso para la Cruz Roja es lo que perciben por el arriendo de algunas dependencias a la Universidad del Mar, “y la buena voluntad de la comunidad”, señaló la presidenta.
En cuanto al apoyo que entregan a la comunidad siempre lo canalizan a través del Departamento de Acción Social, que siempre está en contacto con la gente más necesitada. Por esta vía canalizan entrega de vestuario o ropa de cama, además de otras necesidades, como víveres. La misma tarea realizan con la gente damnificada en incendios.
Contenta, sobre todo por el apoyo del voluntariado, creo que eso hace que en estos momentos esté con el mejor ánimo para hacer un buen trabajo, sobre todo porque detrás mío hay un directorio que ha demostrado una tremenda entrega, como fue el trabajo desplegado hace pocos días en los albergues”, destacó Pérez.