
Stipicic contó que Isla Riesco es la cuarta más grande de Chile, donde se puede apreciar una transición de todos los ecosistemas que existen en Magallanes, como lagos, ríos y glaciares, hasta terminar en uno de los costados del Estrecho de Magallanes. Allí se encuentra, además, la Reserva Nacional Alacalufe (2/3 de la isla) y la Península Muñoz Gamero, la segunda área protegida más importante del país, como también muchos lugares vírgenes, como bosques, y animales en peligro de extinción.
Cinco minas a tajo abierto
Debido al enorme impacto medioambiental y social de este proyecto carbonífero, Stipicic se declara abiertamente en contra.
“(...) Es como si fueran a tu casa y se instalara, en el patio, una megaempresa ultracontaminante, de una forma avasalladora. Va a ser una megamina; estamos hablando de que el tamaño de la mina y el botadero va a ser 3/4 del tamaño de Punta Arenas. Y eso es sólo el comienzo. Ellos (Minera Isla Riesco) quieren hacer cinco megaminas de carbón a tajo abierto. Serían casi cinco Punta Arenas en Isla Riesco”, señaló.
“Van a llegar 800 personas a trabajar, por lo que la calidad y condiciones de vida van a cambiar”, agregó Stipicic, insisitiendo que esos puestos de trabajo son “pan para hoy y hambre para mañana”. Actualmente la isla tiene 96 habitantes en sus 500 mil hectáreas, por lo que “el impacto social es gigantesco”.
Además, criticó que el modelo de dispersión de contaminantes de Minera Isla Riesco se hiciera sobre la base de intensidades de viento de 39 Km/hr., como cifra máxima, en circunstancias que éstas pueden llegar hasta los 122 Km/hr. en la región.
“Se dijo que fue un error de tipeo, pero no se cambió el modelo, lo que hubiese significado dos años más de estudio”, explicó.
Además, Stipicic aseguró que la empresa minera no va a cerrar completamente los hoyos que implican las minas. “Dijeron que era inviable por temas económicos”, dijo, añadiendo que la Comisión Nacional para el Medio Ambiente (Conama) les exigió hacerlo, pero no fueron escuchados.
“Van a sacar nuestros recursos naturales ¿y con qué nos quedamos?”, manifestó.
Finalmente, el dirigente ecológico cuestionó que no se haya pensado en un proyecto que transformara el carbón en gas natural, no sólo para el uso de los habitantes de Magallanes, sino, incluso, para exportar.