La responsabilidad y la dedicación siempre serán la clave del éxito en los estudios. Sin embargo, existen ciertas conductas de parte de los alumnos que son repetitivas y permiten a los profesores detectar los cursos que se hacen más difíciles. En educación básica, son dos niveles calificados como los más complejos: quinto y séptimo. A juicio de la directora de la Escuela España, Nieves Raín, el séptimo se hace más dificultoso porque los estudiantes están viviendo procesos de desarrollo físico y sicológico, que afectan su comportamiento y concentración.
“Están en plena transición a la adolescencia. Exigen mayor autonomía y demandan otro tipo de actividades, porque sus intereses también cambian”, afirmó la docente. Ante esto, los maestros deben aplicar diversos tipos de estrategias y trabajar en los aspectos anexos al académico que se están presentando, ya que influyen en el aprendizaje de los menores.
En tanto, en quinto básico, el cambio más grande es que en la mayoría de los planteles, los cursos dejan de tener un profesor para todos los subsectores, pasando a tener un docente por asignatura, lo que los obliga a adaptarse a diversas exigencias, caracteres y visiones de la educación. Un cambio radical a la visión protectora que podían tener del profesor jefe durante el primer ciclo.
Media
A su vez, el primer año de enseñanza media, no sólo es catalogado como el más complejo, sino que también es el nivel que más repitencia registra. Los motivos al igual que en séptimo básico, se relacionan con el proceso de madurez o, en su caso, de inmadurez que viven los alumnos.
A los estudiantes les cuesta dejar atrás las costumbres y el funcionamiento de la escuela que los albergó durante la básica. Les toma tiempo adaptarse a las nuevas exigencias y a los nuevos profesores, quienes los tratan como jóvenes más grandes e independientes, exigiéndoles buena conducta y rendimiento.
“Se tienen que adecuar a nuevos espacios, profesores, amistades y exigencias. Hay más complejidad en las materias y las formas de enseñarlas son diferentes, lo que influye en sus calificaciones”, explicó Raín.
Una visión similar expresó el profesor Carlos Curill, quien destacó que en primero medio, los alumnos “están en una etapa de descubrir y de búsqueda, presentando rasgos de rebeldía que deben ser tratadas junto a la familia y que los distrae de sus deberes escolares”, aseguró.
Además, agrega que al conformarse cursos con estudiantes que vienen de diversos colegios, cuesta que se llegue a “un grupo compacto, que se apoye y camine a un ritmo que les ayude”, expresó el maestro.
Este proceso de adaptación, va generando en quienes no logran adquirir las habilidades necesarias para enfrentar la etapa en ese momento, frustración e, incluso, sufrimiento, “por ello en primero medio hay bastante repitencia”, admitió.
Curill también considera que tercero medio es complejo para los jóvenes, porque es el momento donde se cuestionan sobre su futuro: respecto de lo que ellos quieren, lo que les manifiestan sus amigos y su familia.
“Entran en una etapa de desorientación y no saben cómo salir de ahí. No tienen nada muy claro y eso los angustia o los hace tener comportamientos que no les aporta, generando problemas”, aseguró el profesor.
No obstante la reflexión anterior, los maestros coinciden en que más que señalar un curso como “difícil”, son muchos los factores que pueden influir en aquello. “Son varias las situaciones que pueden afectar en un curso para que se diga que fue más difícil, y la mayoría de las veces no tiene que ver con los contenidos”, puntualizó la docente Sandra Leiva.