Según las estadísticas de Carabineros de Chile, los casos de violencia intrafamiliar han sufrido un incremento de 2,5% en el lo que va del año, a igual fecha de 2010. El mayor Hernán Benavides, prefecto de Punta Arenas, indicó que “las cifras revelan un ligero aumento en las detenciones por casos de este tipo, las denuncias han bajado en la misma proporción”. Los hechos que se han conocido en los últimas semanas, respecto de numerosas agresiones entre cónyuges, familiares, e incluso la noticia de que un joven golpeó a su madre adoptiva, son, a opinión del oficial “la transversalidad con la que afecta este flagelo, siendo marcadas las estadísticas. Si bien en menor medida, no solamente a mujeres maltratadas, sino que a hombres, menores e incluso abuelos”.
La complejidad de este ilícito se debe, como señala Benavides, a que es un delito que se produce a puertas cerradas, con el anonimato que entregan las cuatro paredes de un hogar. “La mayoría de las denuncias realizadas son por personas cansadas de la repetición de malos tratos, pero hay que ver el historial de violencia existente para provocar que la víctima dé aviso a la policía”, dijo. Es muy poco frecuente que una persona agredida física o sicológicamente dé aviso por un maltrato primerizo, y es ahí cuando la comunidad debe ser “mejor vecino” y dar alerta al teléfono de emergencia de Carabineros 133.