Aunque era improbable que un tsunami se produjera en Magallanes, igualmente el Gobierno dio alerta y ordenó un plan de evacuación en esta región, el que finalmente no se llevó a cabo, luego de comprobarse que no existía ningún riesgo para la población. Sobre las consecuencias en la avenida Costanera del Estrecho de ocurrir un fenómeno de la naturaleza como este en Punta Arenas, el secretario regional ministerial de Obras Públicas, Pablo Rendoll Balich, aseguró que un evento de la magnitud del acaecido en Japón es muy poco probable que se registre en esta zona, debido a su ubicación y características geográficas.
Sin embargo, según sismólogos de la Universidad de Chile, de ocurrir un terremoto con epicentro en Punta Arenas, ello se torna factible.
Con respecto a las consecuencias de algo así en la capital regional, Rendoll indicó que los daños en la Costanera “van a depender de la magnitud del fenómeno”.
Al respecto, destacó las obras que se han hecho, los denominados muros verteolas que, por su diseño y cota de coramiento (elemento de remate colocado en la parte superior de un muro que impide la penetración de agua desde arriba), evitan la acción de las marejadas.
Asimismo, el seremi de OO.PP. destacó el programa de emergencia y reconstrucción de la infraestructura del ministerio de la cartera ante cualquier catástrofe. Éste se elaboró a raíz del terremoto y tsunami que afectó la zona centro-sur de Chile, el 27 de febrero del año pasado, a ejecutarse en el período 2010-2014.
“El objetivo es reparar y reponer la infraestructura dañada en las regiones afectadas, recuperando los servicios, a lo menos, en los estándares anteriores al sismo, priorizando el rol funcional de la infraestructura en el territorio de acuerdo a criterios sociales, de conectividad y económico - productivo, así como la calidad e identidad de la solución definitiva” (www.mop.cl).