
Los diagnosticados son muchos más, ya que son aquellos a quienes se les hace el examen pero que no necesariamente están infectados con el virus. La doctora resaltó que la persona cuando se hace un examen tiene que ser notificada personalmente, mediante la pre consejería, después pasa a la consejería y recién una vez que está confirmada la presencia del virus, ingresan al programa de control y tratamiento del VIH Sida.
Es importante saber que “por cada paciente diagnosticado hay tres o cuatro pacientes que no están diagnosticados con VIH”, indicó.
A nivel nacional, las grandes fuentes que permiten detectar nuevos casos de Sida provienen de pacientes que son diagnosticados a través del programa de salud maternal, mujeres embarazadas a las que se les hace el test de VIH; los donantes de sangre y los pacientes que ingresan a través de los servicios de urgencia con enfermedades graves marcadoras del VIH, como neumonias, meningitis, diferentes patologías neurológicas, diarreas. “Cuando estos pacientes comienzan a ser estudiados aparece que están infectados con el virus”, señaló la doctora Galetovic.
De los 110 pacientes actualmente en control, su edad está entre los 19 y 40 años. Siempre son más hombres que mujeres, con una relación de ocho a uno.
Las conductas de riesgo están dadas por los hombres que tienen sexo entre ellos mismos, o aquellos con múltiples parejas y no se protegen con preservativos.