Una semana estuvo en la Región de Magallanes, la ministra de Medio Ambiente, María Ignacia Benítez, con el objetivo de conocer una parte del área marina costera protegida de la zona, que sirva de insumo, para poder delinear a futuro, políticas de turismo y actividades económicas para Magallanes que se vinculen armónicamente con el entorno. De este modo, la travesía que emprendió la secretaria de Estado a partir del martes recién pasado, tuvo por rumbo el Parque Marino, Francisco Coloane, ubicado al sureste de la Isla Carlos III, en una extensión de mar y tierra dentro de las 67 mil hectáreas que conforman el Área Costera Marina Protegida en el Estrecho de Magallanes desde el 2003.
“El Ministerio del Medio Ambiente tiene entre sus misiones, la conservación de la biodiversidad biológica y de la protección de los recursos naturales, y parte importante de este viaje, tenía relación con ver de cerca y vivir esta experiencia de saber lo que esta región tiene y que es un gran patrimonio”, dijo la ministra.
Siguiendo esta línea es que recalcó que el enfoque que dará la institucionalidad ambiental a la región será sobre sus potencialidades que están dadas desde el punto de vista de la diversidad biológica.
Así, Benítez señaló que una de las metas puestas por el Ministerio para este 2011 es que “el plan de manejo del área, esté totalmente finalizado y que se defina cuál va a ser la unidad de administración de gestión del parque”, indicó, añadiendo que en un plazo que no sobrepase octubre, es decir, en seis meses más.
Otro de los temas en que también pondrá hincapié la cartera, según la secretaria de Estado, será la fiscalización de los compromisos que se adquirieron en los procesos de evaluación ambiental grandes proyectos mineros, como es el caso del que va a concretar próximamente minera Isla Riesco, con la explotación de carbón en esa zona.
Esto, en virtud de que movimientos ambientalistas han presionado a que el plan económico no es sustentable para Magallanes respaldándose en las facultades que le da la ley para ello; los recursos de reclamación ante un comité de ministros a los que ya dieron curso.
“De aquí a que el proyecto se construya va a estar la nueva institucionalidad completa y, por lo tanto, va a haber una fiscalización rigurosa sobre, no solamente el proyecto de minera Isla Riesco sino sobre todo el que se desarrolle aquí o en cualquier otra región, mucha más efectiva y con multas mucho más altas”, explicó, las que pueden alcanzar hasta los $ 8.000 millones e incluso el cierre de las faenas.
Las reformas consisten en la creación de una Superintendencia y Tribunales del Medio Ambiente que se encargarán exclusivamente de esa misión, “así es que seremos muy rigurosos en el tema de ese o de cualquier otro proyecto”.
Ballenas
Dado que el avistamiento de cetáceos es común en ciertas zonas del Estrecho de Magallanes, y que el canal Jerónimo (ubicado en el mismo parque) es uno de los pasos por donde navegarán los buques con el traslado del mineral, la ministra Benítez, señaló que “queremos regular el tránsito de naves por ese canal estableciendo algunas medidas que garanticen una mejor seguridad de todo lo que es la biodiversidad en ese lugar”.
Para ello enumeró las tres medidas que, a su juicio, no perjudicarán el hábitat de los mamíferos: Navegar a una velocidad inferior a 8 nudos, en períodos diurnos y con un vigía capacitado “que es la persona que esté preocupada de ir mirando, de que se les enseña si hay o no ballenas, y que además vayan diciendo si han visto avistamientos, las ballenas migran y vuelven en otros períodos, entonces es muy importante que si va a haber navegación que nos ayuden con este tema”.