
Es importante consignar que desde hace aproximadamente seis años que no se efectuaba una exportación de ovinos a ese país, oportunidad en la que productores de Perú visitaron la región de Magallanes, estableciendo contacto con cabañeros locales luego de observar el alto valor genético de los ejemplares y las excelentes condiciones sanitarias de la Región, transformando a Magallanes en una real oportunidad de negocios sólo comparable con Nueva Zelandia, lugar desde donde se proveyeron en algún momento de reproductores.
La presente exportación demandó, por una parte, el cumplimiento de los requisitos sanitarios establecidos por las autoridades oficiales peruanas, a través de una cuarentena que se extendió entre el 10 de marzo y el 31 de Mayo del 2011, -que se ve plasmado en la respectiva certificación sanitaria, otorgada por el SAG- y por otro lado, dada la lejanía de nuestra región, de ingentes acciones de coordinación que permitieron que estos ejemplares se trasladen vía aérea en cinco vuelos distintos entre los días 29 de Junio y 01 de Julio desde la ciudad de Punta Arenas hasta Lima, haciendo escala en Santiago.
Se trata de una operación que representa un costo de U$ 80.000 aproximadamente y que consolida la posición de excelencia que hoy muestra Magallanes en el concierto de la ganadería ovina internacional.