Personeros locales tanto de la Concertación como de la Alianza coinciden que no se ha logrado representar a la ciudadanía, y que es probable que los conflictos sociales se mantengan hasta no generar un real cambio en el sistema, el cual se debería basar en el diálogo de todas las partes. Los resultados arrojados el jueves por la Encuesta CEP dejaron “por el suelo” a la clase política. Y no sólo en referencia al bajo nivel de aprobación del Gobierno del Presidente Sebastián Piñera, que llegó sólo a un 26%, sino que también porque la Concertación no logra capitalizar el descontento ciudadano, y alcanzó un escaso 17% de aprobación.
El mensaje entregado por la comunidad, a través de este sondeo, es claro: no hay efectiva representación de las necesidades existentes, crítica que se materializa con los diversos conflictos sociales que han estallado en el último tiempo, y que no han sido subsanados por completo, por lo que vuelven a resurgir y, esta vez, con más fuerza. Como está sucediendo con el movimiento estudiantil.
A diferencia de esto, son las organizaciones sociales y la representatividad sin militancia política la que está atrayendo a la ciudadanía, y contando con el apoyo masivo que en algún momento gozaron las coaliciones.
Como representante del oficialismo, Álvaro Contreras (RN) manifestó que hasta que “no se den las señales adecuadas respecto a los temas que la sociedad chilena requiere, estas tendencias y estas bajas en todos los sectores políticos, se van a seguir viendo”, por lo que enfatiza en que el diálogo entre el Gobierno y la oposición es esencial.
Desde su punto de vista, “en esta administración se han concentrado demandas que vienen desde hace mucho tiempo y es el momento de darle solución, la que no se entrega de forma unilateral, sino que nace en las conversaciones y construyendo alternativas verdaderas que sirvan para mejorar las necesidades. No se puede continuar con un diálogo de sordos”, agregó Contreras.
Por su parte, Miguel Sierpe (DC), ve con preocupación el resultado de la encuesta y lo que se está presentando en el ámbito social, porque considera que “así como está ocurriendo con el tema de la educación, pueden surgir otros que no le hagan bien a la democracia y a la estabilidad del país”, advirtió.
Por esto también afirma que es urgente generar mayores diálogos entre los partidos, crear una mesa amplia donde se decida consensuadamente “qué queremos para Chile”, para lo cual se necesita un cambio de actitud de los actuales personeros, ya que “hemos visto mucha intransigencia, la gente se da cuenta de eso y como respuesta expresa su descontento que a esta altura está acumulado”.
A juicio de Sierpe, la crisis nace porque “las personas ya no quieren el actual sistema económico. Se cansaron de él, de la mala distribución de la riqueza, del actuar de algunas empresas, de los abusos existentes, de las deudas eternas”, lo que ahora “se refleja en el descontento ciudadano, que es una situación compleja con resultados impredecibles, ya que afecta a toda la política, porque ni la Concertación ni la Alianza tienen su respaldo, ninguno está dando las respuestas esperadas”, afirmó el democratacristiano.
Una de las estrategias que utilizó el gobierno para revertir los constantes descensos en las encuestas, fue concretar el cambio de gabinete, lo que podría generar algún resultado positivo en el mediano y largo plazo. pero sin duda, lo que podrá marcar “un antes y un después” en esta administración, será la salida que se logre en el conflicto estudiantil.