En el instante en que se produjo la trágica muerte de una estudiante de enfermería en un accidente de tránsito, una joven madre era guiada por un funcionario del SAMU por teléfono, mientras llegaba una de las ambulancias que estaba en la tragedia del kilómetro 8 de la Ruta 9 Sur. Un accidente de tránsito que costó la vida de una joven estudiante de enfermería de la UMAG marcó la pauta informativa del sábado, sin embargo mientras personal del Sistema de Atención Médico de Urgencia (SAMU) atendía al herido del volcamiento y revisaba a la víctima fatal, en ese mismo instante el enfermero regulador de turno guiaba a una joven madre telefónicamente, quien se encontraba en trabajo de parto en su domicilio.
A las 6.48 horas del sábado 6 de agosto, Verónica Manquelipi Vera llamó al telefono 132 para solicitar ayuda ya que se encontraba con fuertes contracciones en la etapa final de su embarazo. César Almonacid, el enfermero regulador de turno del SAMU recibió la llamada, el problema era que las dos ambulancias de turno del servicio de emergencia habían concurrido hasta el kilómetro 8 de la Ruta 9 Sur por un accidente en la vía.
Poco a poco, el enfermero comenzó a tranquilizar a la mujer al teléfono, dándole las indicaciones para que pudiera dar tiempo a uno de los equipos a llegar a su vivienda de la Población Alfredo Lorca. La mujer, madre de una hija, siguió las indicaciones del enfermero, sin embargo las contracciones se hacían cada vez más seguidas, y el parto era inminente. El enfermero, mientras hablaba con Manquelipi se mantenía en contacto radial con los paramédicos evaluando la situación y poder derivarlos hasta el domicilio de la mujer.
Pese a los esfuerzos de la joven madre, fue inevitable llegar al punto en que el dar a luz era la opción, por lo que Almonacid permaneció en contacto con la progenitora, dirigiéndola para que diera a luz en su domicilio.
En esos momentos, el equipo paramédico compuesto por Víctor Asencio y Carlos Ayacady se dirigían hasta el sector norponiente de Punta Arenas, para socorrer a la mujer y su bebé, sin embargo la escarcha en el vía les complicaba más aún la misión. “Estaba muy escarchado, y por más que queríamos llegar más rápido no podíamos, y mientras se nos informaba lo que estaba pasando por la radio, era un momento de mucha tensión”, comentó Ayacady, quien conducía la ambulancia.
Por su parte, Asencio relató que “al llegar a la casa encontramos a la mujer sentada en el suelo en el baño de la casa, con su bebé en brazos amamantándolo, así que de acuerdo a los protocolos de trabajo del SAMU procedimos a cortar el cordón umbilical y a atender a la niña, mantenerla en temperatura es fundamental para los recién nacidos”.
Hecho esto se procedió a preparar la ambulancia y se trasladó a la madre y a su hija hasta el Hospital Clínico de Magallanes.
Ayer, parte del equipo que asistió el parto fue hasta el hospital para visitar a Anaís, la recién nacida y a su madre quien agradeció la tarea realizada por el personal del SAMU: “Mi hija está bien, doy gracias a que todo salió bien, ella pesó tres kilos 125 gramos y ahora está todo bien”, dijo agradecida mujer.