
Según se consigna en el documento despachado, estos hechos ocurridos en la mañana del lunes 29 de agosto llevaron al desalojo de la “toma” que se había extendido de forma pacífica desde el jueves 18, cuando los jóvenes del establecimiento exigieron una mejora en el sistema de calefacción al administrador municipal para abandonar la medida.
La versión de los alumnos, según relatan estos entes es que hubo una intención implícita de los uniformados de desacreditar su acción, que los profesores describieron como un “abuso de poder en una jurisdicción que no les corresponde”.
Por su parte, y también mediante declaración, la Comandancia en Jefe de la Tercera Zona Naval, respondió que tanto el capitán de Navío Marco Arellano Lawrence como el capitán de Corbeta Juan Vega Jaramillo “si bien concurrieron al citado liceo, lo hicieron en su calidad de apoderados, para dejar a sus hijos en el establecimiento educacional al comienzo de la jornada escolar diaria, vistiendo el uniforme que corresponde a un servidor que se dirige a cumplir con su jornada laboral”, aclarando además que en la actualidad, aproximadamente el 80% de los alumnos regulares del liceo son hijos del personal naval.
Así, aunque no se refirieron a las duras palabras que habría proferido el uniformado en contra de uno de los alumnos, concluyeron que el ingreso de los oficiales al recinto que se encontraba en “toma”, “no se produjo en su calidad de autoridad ni tampoco con el fin de efectuar un presunto y eventual desalojo de los alumnos, facultad que, estamos ciertos, sólo corresponde ejercer a su sostenedor, a través de los tribunales de Justicia con el apoyo de Carabineros de Chile”.