Actividad es organizada por la Unidad de Acompañamiento Espiritual de este centro asistencial. La Unidad de Acompañamiento Espiritual del Hospital Clínico, ha sido la encargada de organizar las dos jornadas de Humanización del trato al Paciente, actividad que se inauguró hoy miércoles 14 de diciembre y que tiene como expositor central al destacado médico José Alvear Suitt, encargado de la Unidad de Acompañamiento Espiritual del Departamento de Participación Social y Trato al Usuario, de la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud.
El Doctor José Alvear es Médico Odontólogo Pediátrico, que junto a su labor clínica es Diácono permanente y Capellán del Hospital Roberto del Río de la Región Metropolitana. Fue uno de los precursores de la formación de las Unidades de Acompañamiento Espiritual en los Hospitales públicos.
“Para nadie es un misterio que este tema es tremendamente relevante porque, actualmente en las encuestas que se han hecho a nivel nacional, no salimos bien parados como sistema de salud, ante la opinión publica. Los últimos estudios nacionales, nos ubican como la institución más maltratadora del servicio público, asimilable sólo a los establecimientos carcelarios. Los niveles de percepción de los usuarios apuntan a que no sienten que haya una preocupación en nivelar los altos adelantos tecnológicos puestos en marcha en los hospitales con la buena atención de los usuarios”, afirmó el Dr. José Alvear.
Por ello, el énfasis de la primera exposición denominada “De la salud biológica a la salud biográfica” es instalar en el funcionario de salud la necesidad de que actúe, en su labor clínica, asumiendo diariamente que trabaja con personas. “A veces se hacen todos los esfuerzos de tener un hospital nuevo, con todas las facilidades para el usuario - como este nuevo hospital - pero basta que un funcionario reciba de mala manera a un enfermo y todo ese esfuerzo se diluye. La percepción del paciente cambia bruscamente y esa sensación queda muy grabada en la persona. Además, está comprobado que un paciente que recibe buena atención y se siente acogido, asume su recuperación con mayor confianza. Esa sensación de bienestar, colabora efectivamente en su recuperación”, afirmó Alvear.
El Ministerio de Salud, desde el año 2003 en adelante, que ha trabajado con los agentes de acompañamiento espiritual y del equipo de salud, que al darse cuenta de esta necesidad, han enfrentado el tema integrándolo a los lineamientos que dirigen la atención integral de salud de la población.
Estas jornadas de humanización del trato, son una instancia que ayuda a crear conciencia en los equipos de salud y en las redes sociales que apoyan al enfermo y por ende a la sociedad en general, de la importancia de dar respuesta adecuada a las necesidades espirituales del ser humano.
“Estas jornadas de Humanización son un tema complejo de abordar, porque significa lograr un cambio de mentalidad, que no debe realizarse a través de un mandato institucional, sino que debe surgir del corazón y de lo que siente cada uno de los integrantes del equipo médico. Por eso es tan relevante que hoy participemos de esta experiencia, en la cual conjugaremos lo necesario que es atender las emociones del usuario, las emociones de nuestro personal y de todo aquello que tiene que ver con los sentimientos del paciente y su entorno familiar. El doctor Alvear tiene una vasta experiencia en el tema tratado, por lo que estamos seguros que hoy vamos a salir de esta jornada tremendamente enriquecidos”, fueron las palabras del Director (S) del HCM, Dr. Mario Mayanz al inaugurar la primera jornada de trabajo.
Hoy la atención de los enfermos ha incluido su dimensión espiritual, lo que se comprueba por las redes sociales de apoyo que visitan, escuchan, consuelan y acompañan enfermos, a sus familias y a los funcionarios de los establecimientos de la red de salud, siendo éstos testigos directos de los beneficios que significan una apropiada atención espiritual.
José Alvear Suitt, Padre de familia, diácono y dentista
José Víctor Alvear Suitt es cirujano dentista y diácono permanente. Casado con María Angélica Castro, educadora de párvulos, tiene cuatro hijos.
Trabaja en el Hospital de Niños Roberto del Río, en el Centro de Salud Familiar Santa Julia, en Macul, y en su clínica privada. Con el mismo entusiasmo y profesionalismo con que enfrenta su trabajo como dentista, desarrolla su ministerio en los colegios donde estudian sus hijos y en la parroquia La Natividad del Señor.
Su vocación al diaconado surgió en el colegio Notre Dame, gracias a la motivación del capellán del establecimiento, P. Juan Salvador Rivera; y del diácono Pedro Flores, actual rector del colegio San Marcos.
Estudió seis años en la Escuela del Diaconado, ordenándose el 17 de agosto del año 2002, junto a otros seis compañeros.