Empresa Vía Láctea asegura estar trabajando en los sectores donde los modernos buses no llegan. El transporte de una ciudad es el motor que le da vida, elemento tan importante en la cotidianidad que incluso en muchos lugares de Latinoamérica miden los índices de calidad de vida, tomando en cuenta el servicio de transporte público. Quizás en las comunas de Magallanes las distancias que las personas deben recorrer para ir a sus trabajos o salir de compras no son tan extensas, pero sin duda en invierno la locomoción colectiva se vuelve fundamental, período del año en que los varios grados bajo cero intimidan hasta más enérgico caminante o ciclista.
Nuestra región a pesar de su lejanía al centro del país, sorprende a sus visitantes por su moderno sistema de buses que recorren la capital regional, vehículos que utilizan como combustible un recurso emblemático para estas tierras, el gas. Pero hay varios detalles que la mayoría de los usuarios de las ecológicas máquinas desconocen, como por ejemplo que Movigas pertenece a la empresa de Transportes e Inversiones Magallanes S.A., sociedad compuesta por Gasco Magallanes (85%) y la empresa Círculo Ejecutivo (15%), alianza que es subvencionada por el Estado, ente que entrega más de 30 millones mensuales a la empresa para así asegurar movilización a la comunidad, en especial en los sectores en que escasea la locomoción.
Respecto de este último punto, el presidente de Tacopa, Marcelino Aguayo, es enfático en señalar que le parece insólito que el Gobierno subvencione una empresa que no responde a las necesidades de los sectores desde hace muchos años, “los colectivos no se pueden hacer cargo del transporte de las personas, porque no es rentable para nosotros, pero los buses Movigas tienen el deber de llegar a esos sectores porque para eso reciben recursos del Ejecutivo. La modificación de trazado que realizó la empresa dejó muchos lugares sin locomoción y a cientos de personas sin movilización para ir a sus trabajos”, aseguró Aguayo.

Modificación en recorrido
A partir de los últimos días de enero, los buses cambiaron sus rutas, el motivo entregado por la gerencia fue que con los nuevos recorridos se lograrían un ordenamiento en la frecuencia de las micros, la extensión de los horarios de servicio, y la entrega de cobertura a zonas en las que no llegaba la locomoción. Pero al parecer se desvistió a un santo para vestir a otro, porque los días posteriores a la aplicación de la medida, en varios sectores los puntarenenses manifestaron su molestia por la falta de locomoción desde o hacia sus hogares.
Aguayo no duda en asegurar que es vergonzoso que las personas no tengan locomoción o que estén esperando por tiempos prolongados en los paraderos y que en Avenida Frei, un número considerable de maquinas se encuentren estacionadas, “la peor decepción para los usuarios es pasar por el recinto de Movigas y ver 20 ó 30 buses estacionados, guardados. Debe haber más fiscalización, asegurarse que estén en las calles, no guardados”, señaló el presidente de Tacopa.
Según explica el gerente Movigas, Óscar Baeza, la empresa decidió hacer el cambio en el recorrido en verano, para entregar tiempo a que las personas se acostumbren a las nuevas rutas en un período de baja afluencia, “en general tenemos una buena acogida de los cambios que hemos realizado, sólo algunos sectores han manifestado la molestia porque el bus que antes pasaba cerca de su casa ya no lo hace, por eso nosotros hemos profundizado en concepto de los trasbordos, lo que permite que las personas pagando un solo pasaje pueda llegar a cualquier sector que cubrimos”, puntualizó.
“Nosotros estamos operando con 15 minutos de intervalo entre las siete de mañana y las nueve de la noche”, aseguró Baeza. Respecto de la acusación de Aguayo con relación las máquinas que no circulan en las calles, el gerente de Movigas comentó que ellos son constantemente fiscalizados por la autoridad del rubro y que están sometidos a estrictos parámetros de control.

Sólo tres máquinas
La empresa microbusera Vía Láctea asegura que actualmente se encuentran postulando al proceso de chatarrización para así renovar su flota de micros, el objetivo de esta asociación es precisamente prestar sus servicios en aquellos sectores por en donde no circula Movigas. “La situación es extraña, porque nosotros nos queremos hacer cargo de una necesidad de la población, a pesar de la poca consideración que tuvo el Gobierno cuando licitó los recorridos y nos quitó las rutas en que trabajábamos”, afirmó Gustavo Gallego, su representante legal.
“Cuando nos quitaron el recorrido, nos condenaron a muerte”, dice Gallardo, quien comenta que actualmente sólo tres máquinas están en las calles. “A pesar de que son máquinas nuevas no están respondiendo a las necesidades de los usuarios. El desmedro económico con la llegada los Movigas para los choferes de la línea fue enorme, muchas familias tienen un duro pasar”, agregó el representante legal de Vía Láctea.