
Según antecedentes de la cartera, sólo tres de cada 10.000 infracciones de tránsito son detectadas actualmente por Carabineros, lo que hace urgente incrementar la capacidad de control.
De todas formas, el retorno de la medida busca diferenciarse de los dispositivos que operaron en el país desde 1998 hasta 2002, cuando se apagaron para siempre luego de fuertes cuestionamientos.
"Esto ni de cerca se parece a los fotorradares que conocimos antes, porque tiene que haber una institucionalidad previa y la tecnología bien instalada, con capacidad de procesamiento y comunicación con los usuarios, que es más sofisticado que instalar un radar", aclara la ministra (S) de Transportes, Gloria Hutt.
Agrega que los fotorradares "son parte de un paquete de medidas que apunta a mejorar la seguridad, que incluye la tolerancia cero al alcohol, las licencias con puntajes y el tratamiento de infracciones y fiscalización con tecnología".
Informe técnico
En su versión 2.0, los nuevos fotorradares buscan replicar el sistema que opera en países como Francia y España, donde la instalación de dispositivos automáticos de control logró reducir hasta en 40% la tasa de mortalidad por choques y atropellos. En Chile, la meta es disminuir en 20% tanto los accidentes como los decesos relacionados.
En el proyecto de ley que enviará Transportes al Congreso se establece la creación del denominado Centro Nacional de Control de Infracciones de Tránsito, que será un ente centralizado del gobierno, encargado de procesar y cursar las infracciones a los automovilistas, para sólo dejar los casos de reclamos en manos de los hoy congestionados juzgados de policía local.
Será este centro el que reciba las fotografías y datos de los conductores infractores. Luego, mediante un sistema computacional, las faltas serán procesadas y enviadas por correo con las pruebas fotográficas a los multados, para su pago o reclamación.
Dentro del esquema, una decisión importante es determinar los lugares de instalación de fotorradares. Para definir un criterio, Transportes encargó un estudio que fue adjudicado a la consultora Aristo.
En el informe final del análisis, al cual accedió La Tercera, se concluye que no se puede utilizar el sistema de fotorradares para detectar infracciones diversas: exceso de velocidad, invasión a pistas Sólo Bus del Transantiago y signos Pare o Ceda el Paso, sino que debe enfocarse idealmente en la detección de infracciones, como el exceso de velocidad o el paso de luces rojas.
Asimismo, indica que debe mejorar el estándar de la vialidad para no dejar espacio a dudas de las razones de la infracción cursada.
También el informe señala que los fotorradares deben implementarse una vez que funcione el Centro de Tratamiento de Infracciones, porque con el actual sistema de juzgados de policía local "no sería factible".
Para el especialista en Seguridad Vial, Francisco Fresard, antes de implementar los dispositivos, se debe hacer un estudio de la causalidad de los accidentes. "Ese diagnóstico no se ha hecho aún y se debe partir por ahí, para luego establecer dónde se instalen", advierte.
Fresard sugiere que se imite el sistema impulsado en Francia para financiar la instalación de cámaras. "Allá con lo que se recaudó de las multas de los fotorradares iniciales se invirtió en instalar más cámaras, y así se fue implementando cada vez más el sistema, hasta llegar a las 3.000 que operan actualmente. Así, la gente sabe que si anda a alta velocidad, va a haber una cámara que le va a infraccionar. Esto apunta a un cambio de comportamiento: el conductor va a tender a andar despacio", explica el experto.