
“No es nuestra responsabilidad, porque eso es una tarea de gobierno”, dijo durante la sesión el alcalde Vladimiro Mimica, agregando que el implementar este programa significó una “carga extra” para los funcionarios municipales, “porque no es rol del municipio, y si lo hicimos, sólo fue para ayudar”.
El jefe comunal planteó la necesidad de formar una mesa de trabajo para abordar de manera urgente el tema de la cesantía, incorporando a dirigentes, gobierno y empresarios. Claro que las buenas intenciones estuvieron lejos de agradar a los hoy nuevamente cesantes.
Ojeda, dijo que habían llegado a la sesión de Concejo Municipal con la esperanza de que la decisión de término del plan se pudiera revertir. Lamentablemente, aquello no ocurrió y se volvió a dejar en la indefensión a más de 100 trabajadores y sus familias.
“Nos nos queda más que seguir insistiendo, ahora con el Gobierno. Porque alguien tiene que hacerse responsable de nosotros”, señaló la dirigenta.
Aunque reconoció la alternativa que les entregó el programa del municipio, Ojeda denunció la existencia de malos tratos y una serie de acciones que calificó de perjudiciales para los trabajadores (mencionó descuentos y falta de elementos de seguridad para sus labores).
Los trabajadores estuvieron acompañados en la jornada por el presidente provincial de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Dalivor Eterovic, quien dijo que la realidad de estos magallánicos echa por tierra los dichos del ministro Andrés Allamand en cuanto a que hoy en el país existe una situación de pleno empleo.