“No mates a mi mamita”, gritó un niño de sólo 10 años a su padre en el momento en que éste amenazaba a su esposa al interior de su domicilio en la Población 18 de Septiembre de Punta Arenas. Los hechos se registraron pasadas las cuatro de la madrugada de ayer. La víctima, de iniciales P.E.M.P., llamó al número de emergencias 133 de Carabineros, con voz muy baja, denunciando que su marido la estaba amenazando de muerte con un arma de fuego. Hasta el domicilio llegó la policía uniformada quien logró detener al sujeto de iniciales C.E.H., de 32 años, a quien se le incautó el arma (un revólver marca Rossi, calibre 22) con cuatro cartuchos sin percutar, tal como lo señaló el capitán Álvaro Muñoz, comisario subrogante de la Primera Comisaría de Punta Arenas: “Personal del Cuadrante de Seguridad Preventiva se constituyó en el lugar, logrando dar auxilio de inmediato a la víctima. Hay que destacar la denuncia que evitó un daño mayor”.
Formalización
Ayer, en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas se formalizó al imputado por amenazas y porte de arma de fuego, la cual no se encontraba inscrita. Por esto, el fiscal Eugenio Campos solicitó la prisión preventiva para el detenido. Ello a pesar que la víctima manifestó en audiencia, que su esposo era la única fuente de ingresos en su hogar, por lo que no quería que lo enviaran a la cárcel. “El Tribunal dio una resolución muy importante en el sentido que reconoce el tema de la violencia intrafamiliar, donde se produce este tipo de violencia la cual no sólo es física, sicológica, sino como la que ocurrió en este caso, la violencia económica, donde la mujer dice que no tiene cómo mantener a sus hijos de 10 y 3 años. Sin embargo, el tribunal consideró que el imputado es un peligro para la familia y la sociedad, y es algo que consideramos gravísimo en presencia de menores de edad, el arma de fuego la cual no estaba inscrita y cargada, además arma que se encontraba inscrita con otro domicilio”.
El fiscal agregó que la pena que arriesga el sujeto puede alcanzar los 10 años de presidio. “El delito de amenazas tiene una pena de 61 a 540 días. Sin embargo, en el delito de porte y tenencia ilegal de arma de fuego tiene una pena de crimen la que parte en 541 días la que puede llegar a los diez años”.
El imputado fue enviado a prisión preventiva, mientras dure la investigación, plazo que se fijó 30 endías para su término.