
Sin embargo, siete planteles ya determinaron cómo aplicarán este nuevo factor y a cuál de los otros medidores que se consideran para el ingreso a la universidad -Prueba de Matemática, Lenguaje o especiales y Notas de Enseñanza Media (NEM)- les quitarán porcentaje de ponderación.
Estas casas de estudio son: U. de Chile, Usach, U. de Talca, U. Federico Santa María, U. Adolfo Ibáñez, U. Andrés Bello y U. Finis Terrae.
En el caso de la Casa de Bello, su vicerrector académico, Patricio Aceituno, manifestó la intención de la institución de aplicar el ranking quitándole un 10% de ponderación al NEM, que actualmente vale un 20% del total del ingreso a la universidad.
Esta fórmula también será aplicada para el grupo de estudiantes que ingrese a las carreras de Ingeniería de la U. Federico Santa María (UTFSM). “En estos programas académicos, la PSU es un excelente predictor, por lo que vamos a quitarles un 10% a las notas de enseñanza media”, dijo el director de admisión del plantel Marcos López.
Para algunos rectores, aplicar la medida de esta manera lo único que busca es “asegurar el Aporte Fiscal Indirecto (AFI)”. Esto, debido a que el Estado entrega un monto adicional a las instituciones que reclutan a los 27.500 mejores puntajes.
Para las carreras técnicas, en tanto, la UTFSM le quitará un 10% a la Prueba de Matemática.
En tanto, en la U. de Talca, su rector Alvaro Rojas adelantó que se les quitará un 5% a las pruebas específicas -cuya ponderación varía entre un 15% y un 20%- y un 5% a las notas de enseñanza media (que en varias carreras alcanzan un valor total de admisión de un 40%). Estamos satisfechos de poder darles una oportunidad a los buenos alumnos”, dijo Rojas.
Sin embargo, hay otros planteles que han optado por quitarles porcentaje a los exámenes de Matemática y Lenguaje. “Para generar un verdadero impacto en el ingreso a la universidad, hay que restarle ponderación a la PSU, debido a que es este factor el que crea la desigualdad”, precisa el rector de la Usach y vicepresidente del Consejo de Rectores, Juan Manuel Zolezzi.
En su institución, el rector señala que se estudió la posibilidad de quitarles un 7% a Matemática y un 3% a Lenguaje. Sin embargo, “al parecer no es posible, y solo podemos hacer variaciones de un 5% o un 10%, así es que le quitaremos un 5% a cada una de las pruebas, dependiendo de cada carrera”, anunció Zolezzi.
En el caso de la U. Adolfo Ibáñez, su máxima autoridad, Andrés Benítez, dijo que en su casa de estudios “las notas valen un 20% (en promedio por carrera) y las pruebas específicas un 10%, por lo que lo único que nos queda es bajar las PSU obligatorias”, las que en conjunto valen un 70%, aproximadamente, dependiendo de cada programa académico.
En la U. Finis Terrae, su vicerrector académico Cristián Nazer señaló que “cada carrera está haciendo su análisis y se va a plantear una fórmula, dándoles peso a los factores que son más predictivos respecto de un buen alumno”. Esta institución les quitará a las carreras un 5% del NEM y un 5% a cualquiera de las PSU, incluyendo a las pruebas específicas.
En la U. Andrés Bello, si bien están afinando los últimos detalles respecto de cómo se aplicará la medida, su rector Pedro Uribe señaló que se busca quitarle ponderación a la PSU, ya que es una “prueba un tanto regresiva. Hay estudiantes que les va mal, sin necesariamente ser malos alumnos”, dijo.
Las otras Ues.
En tanto, la mayoría de los otros 26 planteles señaló que tendría sus ponderaciones definidas en agosto. Varios de ellos dicen que es clave la próxima reunión que tendrán con los delegados del Demre, la que se realizará la próxima semana, donde habrá más simulaciones. “Después de la próxima reunión con los delegados del Demre la universidad va a trabajar las simulaciones y llevar los resultados al Consejo Académico”, apunta Alvaro Palma, coordinador de matrícula de la Universidad de Tarapacá.