Irma Ovalle Oyarzún fue formalizada por el delito de parricidio, y la persona a la que le pagó para cometer el asesinato por homicidio calificado. Poco más de cinco millones de pesos es lo que recibiría Sergio Escalona Chiguay, alias “Chiqui”, por matar al militar en retiro, Didier Mansilla Rivera, de 54 años. Pero quien estaba detrás de esto era nada menos que la propia esposa, Irma Mabel Ovalle Oyarzún, quien le “encargó” a su compañero de trabajo que se deshiciera de su marido, con quien arrastraba problemas conyugales de hace mucho tiempo. Escalona aceptó, porque pensaba en la plata para comprarse un auto, sin sopesar que se convertiría en sicario y que ayer terminaría formalizado por “homicidio calificado”, y enviado a cumplir prisión preventiva, al igual que la imputada.
Después de los escabrosos antecedentes que el fiscal Eugenio Campos expuso en la audiencia de control de detención, varias personas salieron diciendo que la detenida era la “quintrala magallánica”, en alusión a María del Pilar Pérez López, quien en Santiago contrató los servicios de una persona para asesinar a un familiar.
El crimen del militar en retiro ocurrió el 29 de julio, en horas de la tarde, y como había transcurrido poco más de un mes, familiares de la víctima estaban relativamente preocupadas porque no habían resultados de la investigación. El día que se cumplió un mes, el 29 de agosto, el fiscal Eugenio Campos había adelantando a este medio que estaban por resolver el crimen. Ya tenían claro a esas alturas a los autores, pero faltaba finiquitar algunos detalles, como peritajes y la triangulación de todas las llamadas telefónicas que se hicieron desde los celulares indagados. Una fuente policial había anticipado a Diario El Pingüino que en una semana estaría todo aclarado, anticipando un vuelco muy importante en la investigación.
Y así fue. El jueves en la noche el fiscal consiguió la orden verbal del juez de turno (Juan Olivares) para que la SIP de Carabineros procediera a la detención de la viuda del militar asesinado, Irma Ovalle, y el amigo y compañero de trabajo Sergio Escalona, sindicados como responsables directos del sangriento episodio. El vuelco del que hablaba la policía era justamente que la esposa, aún cargando el luto por el fallecimiento del marido, aparecía como financista del crimen.
Crimen
La pareja pasó ayer al Juzgado de Garantía y sin tener necesidad de pedir una ampliación de la detención, el fiscal Eugenio Campos Lucero formalizó de inmediato, porque el trabajo que realizó con Carabineros no dejó dudas de la participación de la pareja. Prueba de ello es que fueron enviados a prisión, por constituir la libertad de ambos un peligro para la sociedad.
Los antecedentes de la carpeta investigativa del fiscal dan cuenta que la pareja se coludió, entre junio y julio, para coordinar y planificar el crimen. Aprovechando la calidad de trabajadores externos de la carnicería del Lider, y que se veían a diario, fueron dando cuerpo al objetivo final. A esas alturas la mujer ya tenía todo decidido. Supuestas infidelidades y malos tratos la llevaron a no echar pie atrás con el plan. Es más, indujo a su compañero a tomar parte en ésto. Ofreció pagarle un premio de un millón de pesos, siempre y cuando acabara con la vida de su marido. Esta plata se la entregaría una vez que ella cobrara los seguros y parte de los dineros que gestionaría en Capredena (Caja de Previsión de la Defensa Nacional), por la calidad de militar en retiro que tenía el esposo.
Facebook
Escalona aceptó y a partir de ese momento empezó a cranear cómo lo mataría. Por información que le entregó la esposa, sabía que la víctima era de las personas que tomaba frecuentemente contacto con mujeres así que decidió utilizar la red Facebook y se confeccionó un perfil femenino, con un nombre ficticio, correspondiente a una supuesta mujer de color y extranjera. El plan le dio resultado ya que Didier Mansilla comenzó a interactuar por chat. Una vez que logró establecer cierta confianza, Sergio Escalona, invitó a Mansilla a reunirse para una cita. Como éste siempre creyó que la persona del Facebook era una extranjera, aceptó la reunión el 29 de julio. Ambos quedaron en juntarse en una calle de la Población Fitz Roy.
El retirado militar fue en su auto y se estacionó a esperar que llegara la supuesta mujer. La primera gran sorpresa se la llevó cuando un hombre se acercó al auto. Era Escalona que se hizo pasar por el contacto con la ciudadana extranjera. Le dijo a Mansilla que lo conduciría a donde estaba la mujer. Mansilla “cayó” y le pidió al hombre que se subiera al auto y lo llevara a la cita. Ahí vino la segunda gran sorpresa, cuando el sujeto, que se encontraba en el asiento del copiloto, saca un cuchillo dentado y se lo pasa por el cuello. Luego de un pequeño forcejeo el autor de la puñalada se baja del auto y huye. Mientras la víctima, moribunda como estaba, manejó unas cuadras el vehículo hasta que sufrió un desvanecimiento y terminó estrellado contra un poste del alumbrado público, en Pedro Aguirre Cerda con Las Amapolas, quedando herido de extrema gravedad. “El afectado falleció el 30 de julio al interior del hospital, por infarto cerebral masivo, herida cervical complicada, compatibles con arma blanca”, indicó el fiscal.
Por estos hechos, Eugenio Campos formalizó a Sergio Escalona “por el delito de homicidio calificado con alevosía, y por premio o promesa remuneratoria, en calidad de autor y en grado de consumado”.
La mujer, en tanto, conociendo la relación y vínculo matrimonial con la víctima, fue formalizada por parricidio. Ambos arriesgan penas elevadas, que parten en los 10 años de cárcel y pueden llegar a los 20 o más años de cárcel.
Para el cierre de la investigación el juez Provoste determinó un plazo de tres meses.