De persecutor ahora pasó a defensor. El ex fiscal de Puerto Aysén, Lorenzo Avilés Rubilar, que junto al abogado Marcos Ibacache asumió la defensa del suspendido alcalde de Timaukel, Atilio Gallardo, sostiene que hay motivaciones políticas en el proceso judicial seguido en contra de su cliente. Ambos profesionales estuvieron el jueves en Porvenir, en la audiencia donde pidieron dejar sin efecto el arresto domiciliario que pesa en contra de Atilio Gallardo. Después de revisar exhaustivamente la carpeta investigativa, Avilés reconoce un desorden administrativo en la Municipalidad de Timaukel, “pero en caso alguno es constitutivo de delito”.
Sobre las motivaciones que tiene el concejo municipal, recordó que su cliente es socialista, “en una comuna o territorio que es de propiedad de Carlos Larraín (presidente de Renovación Nacional), y con un concejo fundamentalmente pro Larraín entonces, lo que observamos detrás de esto es una persecución política hacia Atilio Gallardo y su gestión”.
Como Avilés lo dijera en la audiencia, citando palabras del abogado del Consejo de Defensa del Estado, “el queso es queso y el jamón es jamón. Las cosas hay que decirlas por su nombre, porque esto es lo que hay detrás”, en alusión a la persecución política.
Avilés criticó la postura del querellante y Ministerio Público para que Gallardo “contara su verdad”, en la audiencia del jueves. No pudo declarar porque el argumento del fiscal Felipe Aguirre fue que no estaba preparado para ello. “Yo también fui fiscal y el Ministerio Público siempre debe estar preparado”, recordó.