Catastro comprende desde que partió la reforma procesal penal, en 2000, hasta la actualidad. Una mujer -cuyo nombre se mantiene en reserva- estaba sentada en el café “California Coffe & Sushi”, en México, cuando algo le llamó la atención del mesero. La mujer tenía antecedentes sobre los cuatro ex frentistas que escaparon de la Cárcel de Alta Seguridad en 1996, y le pareció que la persona que la atendía no sólo tenía un parecido con Pablo Muñoz Hofmann -uno de los prófugos del caso-, sino que podía tratarse de él.
Según el relato entregado en junio de 2011 a la PDI, el mesero decía llamarse Federico Ceratti y ser argentino. La mujer le pidió su Facebook y éste lo escribió en una boleta.
La PDI analizó la caligrafía, pero no pudo concluir que correspondiera a Muñoz Hofmann. Junto con esto, compararon cédulas de identidad falsas que Muñoz había utilizado en Argentina y las comparó con la foto de perfil de Facebook del mesero.
El documento concluye que, en vista que el prófugo puede haberse realizado una cirugía plástica, “no es posible determinar con certeza la correspondencia de ambas imágenes”. Estos antecedentes fueron entregados al juez instructor de la causa, Lamberto Cisternas.
El caso de Muñoz Hofmann es sólo un ejemplo de personas requeridas por la justicia y que no han sido halladas por la policía.
Un catastro efectuado por el Poder Judicial reveló que, desde la entrada en vigencia de la Reforma Procesal Penal, en 2000, las órdenes de detención que siguen pendientes en el país alcanzan las 67.966.
El Departamento de Desarrollo Institucional de la Corporación Administrativa realizó este arqueo. Este análisis indica que -en algunos casos- un mismo imputado puede tener más de una causa pendiente.
Por este motivo, el registro establece que estas resoluciones se relacionan con 48.659 imputados, a nivel nacional.
Esta cifra es comparable a la población penal en el país. Según cifras de Gendarmería, en sistema cerrado hay actualmente 49.956 internos.
Para que estos 48.659 casos puedan ser considerados prófugos, debe agregarse otra condición: que el requerido esté en conocimiento de que es buscado por la justicia, explican fuentes policiales.
Principales delitos
Según el catastro del Poder Judicial, 30 mil de las órdenes de detención tienen relación con ilícitos calificados como delitos de mayor connotación social (DMCS).
Entre estos se cuentan los robos. El robo con intimidación (cuenta con 1.215 órdenes pendientes), por sorpresa (1.045) y con violencia (962).
En el caso de los homicidios, el registro muestra 307 órdenes que no han obtenido respuesta. A estas se suman 33 resoluciones de este tipo por homicidio calificado.
En el caso de los delitos sexuales, las resoluciones donde el imputado no ha sido encontrado llegan a 201, en el caso de las violaciones a menores de 14 años, y a 109 en el caso de mayores de 14.
Las órdenes de búsqueda de autores de abuso de menores de hasta 13 años alcanzan las 418.
Al observar la desagregación por delitos, se puede identificar que los hurtos simples (de menos de 4 Unidades Tributarias Mensuales) encabezan las órdenes pendientes, con 7.339 casos. El segundo lugar lo ocupan las lesiones menos graves, con 4.575 causas.
El tercer puesto lo tienen personas que han sido imputadas por conducir en estado de ebriedad. Estos casos llegan a 4.128, desde el inicio de la reforma.
Preocupación
Este fenómeno no es reciente. En febrero, la Fiscalía Nacional hizo un catastro sobre la materia y entregó como resultado que en Chile había 6.800 causas con imputados que no han sido habidos, tomando en cuenta el periodo que va desde 2004 hasta inicios de este año.
Respecto de este nuevo catastro, el vocero de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, dijo que “existe una preocupación general porque exista gran cantidad de órdenes de aprehensión que están dictadas por un tribunal y que se encuentran pendientes”. Añadió que hasta el momento, “no se ha podido tomar una decisión de orden jurisdiccional que las pueda abarcar a todas, por lo que esto se tendrá que ver caso a caso”.