
González, agregó que llamó por teléfono a un número desde donde le solicitaron su RUT. “A mí me llamaron a las 10.28 desde un número diciéndome que debía discar el número de mi RUT. Posteriormente llamé y la persona que me contestó que no trabajaba en el banco; ahí me pareció raro”.
El afectado se dirigió hasta la Fiscalía para interponer la denuncia, y posteriormente, hasta el cuartel de la PDI, donde el jefe de la Brigada de Delitos Económicos (Bridec), Marcelo Romero, señaló que se pudo establecer que la transferencia la había realizado un joven de 20 años de la comuna de La Pintana, en la Región Metropolitana. “El dinero permanecía en la cuenta del sujeto, por lo que de inmediato, en conjunto con la fiscalía, se dio cuenta del hecho al Juzgado de Garantía de Punta Arenas, desde donde se emanó una orden de incautación del dinero, por lo que se bloqueó el efectivo y no se puede girar. La totalidad deberá ser restituida en una audiencia que deberá fijarse próximamente”.
Romero indicó que la transferencia electrónica fraudulenta corresponde al delito de “Pharming”. El oficial señaló que esta práctica es una estafa que se consuma mediante la utilización de internet. “En estos casos los fondos van a parar a cuentas de personas desconocidas, a la cual no han autorizado, y se dan cuenta cuando revisan el estado de sus cuentas”. Agregó que el delito se consuma cuando estos denominados “Hacker” logran a través de instalación de software malicioso capturar las claves. Esto se genera mediante una página impostora, no la real. Ésta en apariencia es muy similar a la del banco, incluso con la misma publicidad en la página”.
El jefe de la Bridec, señaló que las víctimas desconocen que están entregando las claves a terceros. “Mediante el envío de correos electrónicos se propone que el emisor simula ser del mismo banco, solicitando las claves secretas con el objeto de realizar alguna actuación destinada a mejorar los procesos internos del banco, por lo que el cliente pensando que está comunicado con la entidad y pensando en mejorar la seguridad, cae”.
Por este motivo, el oficial de la PDI llamó a las personas que realicen este tipo de transacciones a hacer caso omiso a estos correos electrónicos, ya que los bancos no envían mensajes a través de internet para solicitar claves secretas. “Otra medida preventiva es no utilizar un computador que no sea de confianza. Por ejemplo, no realizar operaciones bancarias desde un ciber café. Deben constatar si la transferencia se realizó de manera favorable, ya que si realizan la denuncia tarde es difícil recuperar el dinero”.