“Con 32 años y en un deporte tan exigente como el tenis, creo que es una buena edad para dejarlo tras 14 años como profesional”. El español Juan Carlos Ferrero, ex número uno del mundo, cayó este martes ante su compatriota Nicolás Almagro por 7-5 y 6-3, en su debut en el torneo de Valencia, el que significó el fin de su carrera deportiva de 14 años. “Será mi último torneo”, dijo el campeón de Roland Garros 2003 en la presentación del evento.
Ferrero jugó su último partido como tenista profesional en el ATP 500 de Valencia ante el murciano Almagro, jugador con el que comparte entrenador e incluso entrenamientos. En los últimos puntos del encuentro, el número 12 del mundo mostró dolor en el hombro, pero contaba con suficiente ventaja y logró acabar el partido de forma triunfal. Ferrero se dirigió al público desde el centro de la pista Agora de Valencia y expresó que “no pensaba jugar tan bien este partido. Hemos disfrutado mucho del primer set, hacía tiempo que no disfrutaba tanto. Ha sido un honor acabar contra Almagro”.
Agregó al público presente, entre lágrimas, que “les doy las gracias por estar aquí apoyando en mi último partido. He sentido el cariño de todos durante todos los años, siempre ha sido un torneo especial para mí. Muchas gracias a mi familia por estar ahí. Gracias a todos y nos vemos mañana”. Ayer en conferencia de prensa al ser consultado por los mejores momentos en sus catorce años como profesional, indicó: “Es difícil elegir uno. Ganar cualquier Grand Slam es algo muy importante para cualquier jugador. Llegar a ser el número uno fue consecuencia de estar bien mucho tiempo, y también me quedo con la Copa Davis del 2000”. Su entrenador, Antonio Martínez Cascales, manifestó: “Ni en mis mejores sueños pude imaginar que podría tener un jugador como Juan Carlos, con los importantes triunfos que ha tenido en los mejores torneos del mundo”. El técnico recordó que han sido muchos los buenos momentos que han compartido juntos, desde el campeonato del mundo júnior que ganó Ferrero cuando tenía 14 años, “que fue un punto de inflexión”, hasta ganar la Copa Davis de 2000, “que le cambió como jugador”.
También señaló que en los últimos años ha habido grandes momentos, como cuando regresó al equipo de Copa Davis o el año pasado, cuando volvió tras una larga lesión y ganó el torneo en el que reapareció, “algo que sólo está al alcance de muy pocos” finalizo.