Decenas de personas acudieron a la Parroquia Fátima, a la despedida del adolescente, cuya causa de muerte no está determinada. Decenas de personas quedaron fuera del responso que ayer ofició el párroco de Fátima, Jorge Teneb, por el eterno descanso del estudiante de 14 años, Felipe Ignacio Garcés Márquez, quien pereció repentinamente el jueves. La ceremonia fue la antesala del funeral que reunió a centenares de personas, amistades y familiares del niño, que siguen sin encontrar respuesta a tan brutal pérdida.
Los padres, Óscar Garcés Gómez y María Márquez Bahamonde, trataron de ser fuertes frente a la prueba más grande de fe que están viviendo en estos momentos. Es un proceso muy personal y por eso el párroco pidió “no dejarlos solos y acompañarlos en el duelo”.
“El Pipe” sufrió un paro cardiorrespiratorio el jueves en la mañana. Las causas de su repentino deceso aún se desconocen. En el informe de autopsia el médico certificó “indeterminada” y “en estudio”.
Amigos y ex compañeros de la Escuela Patagonia, establecimiento desde donde egresó en diciembre de octavo básico, lo recordaron como “un excelente amigo” y “muy buen compañero”.
Los elogios no pararon. Por lo mismo su profesora jefa, Patricia Asencio, dijo que “Felipe no era de este mundo”, como una forma de marcar la diferencia frente a sus pares.
Lo recordó como “un excelente alumno, de primer lugar, mejor compañero, siempre estaba en la directiva. Era un caballero, respetuoso, responsable. Nunca hacía pasar malos ratos a nadie y nunca hizo anda de malo. Por eso digo que no era de este mundo”.
Reconoce la docente que este es en golpe muy duro para toda la comunidad educativa, “pero a la vez un ejemplo de vida para el resto de sus compañeros”.