
El problema, que afecta de igual manera a otros lugares del orbe, comienza con el rápido florecimiento de pequeñas algas, o fitoplancton, las que incluso pueden cambiar la tonalidad de las aguas en las que se encuentran. Normalmente estas no afectan a los seres vivos, sin embargo a medida que aumentan su número, se incrementa también el nivel de toxicidad inherente. Estas microalgas, de características nocivas, son parte del alimento de mariscos bivalvos, así como de locos, caracol, locate y palopalo, los cuales acumulan su veneno.
Las toxinas marinas presentes en estos productos marinos, en Chile, son el Veneno Paralizante de los Mariscos, Veneno Diarreico de los Mariscos, y Veneno Amnésico de los Mariscos, y entre sus consecuencias más graves están la pérdida de memoria, parálisis del sistema respiratorio, diarreas agudas e intensas, coma, y hasta la muerte. De hecho, desde el año 1972 a la fecha se han producido 341 intoxicados por Marea Roja, de los cuales 23 han fallecido.
Es por esta situación, que la seremi de Salud realiza constantes análisis, para determinar el nivel de toxicidad de los productos marinos, los cuales, de ser superior a la norma, se procede a su cierre. A los últimos sectores cerrados para la extracción este domingo por altos niveles de toxinas -los fiordos de Ringdove, Falcon, Eyre y Exmounth en la provincia de Ultima Esperanza, y el Canal Gabriel, ubicado entre Isla Dawson e Isla Tierra del Fuego-, se unen los ya clausurados por la autoridad sanitaria: Seno Penguin, Estero Peel, Bahia Liberta, Canal Adalberto, Bahía Inútil, Punta Guairabo hasta el sur de la Península de Brunswick, Bahía Laredo, Bahía Gente Grande, y todo el sector costero de Punta Arenas desde Chabunco hasta el sector sur.