Cuando no existía el supermercado, ni la globalización, ni los transgénicos, nuestros antepasados lograban subsistir sin problemas con lo que les entregaba el medio. Así lo hicieron desde tiempos remotos las comunidades indígenas que poblaron nuestra zona, como las kawesqar, selk’nam, haush, huilliches y yagán. Sobre estos últimos, Julia González, artesana y miembro de la comunidad yagán que habita Puerto Williams, detalla que sus ascendientes se alimentaban principalmente de productos marinos, aves, y guanacos. Destaca entre su dieta el consumo de centollas, erizos, cholgas, choritos, lapas, lobos marinos, y hasta ballenas, cuando estas varaban en sus costas. Actualmente la comunidad quiere rescatar parte de su cultura alimenticia, para lo cual están solicitando una cuota para la caza de lobos marinos, especie de la cual no sólo utilizaban su carne, sino además su grasa para la elaboración de productos medicinales.