Lyubov Orlova: el “barco fantasma” paseó su esplendor por Magallanes

General
23/02/2013 a las 11:15
La embarcación que recaló en Natales y Punta Arenas, tuvo en sus últimos años una serie de accidentes.
Hoy se encuentra a la deriva en la costa oeste de Irlanda. La noticia dio la vuelta al mundo, como, seguramente, en más de alguna oportunidad lo hizo el protagonista de la historia.
Los antecedentes resultaban insólitos: un buque “en ruinas” quedaba en altamar, perdido, a la deriva, casi como aquellas embarcaciones fantasmas que han inspirado a la literatura y, por defecto, al cine de terror.
Se dijo que el “Lyubov Orlova” había desaparecido luego que el pasado 23 de enero sus propietarios decidieran despedirlo en la isla canadiense de Terranova y dirigirlo, arrastrado por un remolcador, hasta República Dominicana. La intención era desguazarlo, término aplicado en la ingeniería naval para aquellas moles que han cumplido su vida útil, y convertirlo en chatarra.
Fue en este periplo cuando el cable que lo unía a la pequeña y fuerte nave que lo impulsaba se cortó, obligando a una operación de emergencia para evitar que el Lyubov impactara contra una plataforma. No obstante, fue imposible detener su marcha.
De inmediato vino la reacción de los grupos ecologistas, que vieron un probable foco de contaminación y de peligro para el tráfico marítimo. Sin embargo, al no llevar tripulación la legislación canadiense no contempla el auxilio inmediato como sí ocurre en el caso contrario, cuando hay peligro de vidas a bordo y donde es posible aplicar lo que establece la Convención Internacional de Salvaguarda en el Mar.
La embarcación fue localizada a 2.400 kilómetros de la costa oeste de Irlanda y, de no ser interceptada, corre el riesgo de impactar contra un témpano y provocar -advirtieron los ecologistas- el derrame de hidrocarburos y otros líquidos tóxicos.
En aguas magallánicas
La nave que hoy escribe los últimos capítulos de su existencia, como todas las cosas tuvo su época de esplendor. Registros locales dan cuenta de su paso por Magallanes en la temporada 2007-2008, con dos recaladas, una en Natales y otra en Punta Arenas.
Con una capacidad para 110 pasajeros, una tripulación de 70 personas, un largo de 90 metros y 4.300 toneladas, el “Lyubov Orlova” se convirtió en uno de los chárter más requeridos para llegar a la Antártica y al Ártico canadiense.
Y si bien desde su construcción (1975) en los Astilleros Brodograldiliste de Titovo, Kraljevica, en la entonces Yugoslavia, su actividad apuntó al transporte de turistas, en el final se le destinó al transporte de carga.
En su bitácora registra unsinnúmero de accidentes. El 27 de noviembre de 2006, a pocos días de haber sido lujosamente restaurado, varó en la Isla Decepción, Shetlands del Sur, siendo asistido por el remolcador español Las Palmas. Dos años después pasó lo mismo en fiordos de nuestro país, para en diciembre de 2009 (tres meses después de ser declarado interdicto en Ushuaia por problemas legales) colisionar al buque portacontenedores “Maruba Asia” en el muelle de la mencionada ciudad argentina.
Un dato casi anecdótico: el “Lyubov Orlova” fue bautizado así en homenaje a la actriz y cantante moscovita del mismo nombre (1902-1975), quien protagonizó varios clásicos del cine de ese país. La fama de esta diva fue tal que, además, en 1972 se descubrió un plantea enano que también lleva su nombre.
En la década del ’70 al menos cuatro naves fueron encargadas por los soviéticos a los astilleros yugoslavos. Todas, “hermanas” de “Lyubov”, fueron bautizadas con nombres de artistas de la desaparecida URSS.

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