Ganar para no reinar. Ese parece ser el sino de Bernardo Troncoso Narváez, militante socialista desde hace 30 años, de aquel lejano 1983, cuando ingresó a las juventudes de aquel partido concertacionista. Antes de ahora (las últimas elecciones internas del PS donde postulaba a la presidencia integrando la lista “La Casa del Pueblo), a finales de la década del 90 del siglo pasado, también ganó una elección partidaria, pero en la ocasión la “Nueva Izquierda”, al igual que ahora, le pasó la cuenta.
Luego de una larga explicación de la conformación de la mesa directiva regional del PS, engorrosa por cierto, reflexiona acerca de cómo se dieron las cosas para que su “compañero de lista fraterna”, Ernesto Sepúlveda, se haya quedado con la presidencia.
- ¿Hay decepción?
“Existe pena y decepción, ya que generamos una propuesta de trabajo de reconstrucción partidaria en un ambiente de fraternidad, pero no se dio”.
- ¿Cómo se recuperan las confianzas?
“Difícil, pero creo que con trabajo podemos recuperar esas confianzas, si es que se pueden recuperar”.
- ¿Qué papel le cupo al senador Pedro Muñoz, en todo el proceso, considerado referente de la Nueva Izquierda?
“Yo no ví al senador metido en el proceso electoral de renovación de la directiva, pero indiscutiblemente el grupo que asume la directiva son todos integrantes de la Nueva Izquierda, equipo cercano al senador Muñoz”.
- ¿Trabajará por la reelección del senador Muñoz?
“Yo siempre he trabajado por los candidatos del PS y lo voy a seguir haciendo”.
En la elección socialista Troncoso obtuvo 242 votos y Sepúlveda 157 sufragios. La dirigenta María de los Ángeles Flores recibió dos votos, pero por discriminación positiva, llegó a integrar al Comité Regional del PS y le dio su apoyo en el colectivo al “compañero de la segunda mayoría”.