El anuncio de que Medina abandonaría la cárcel motivó la algarabía de las personas que a las 16.30 horas asistieron a la audiencia de lectura de sentencia. A la salida fue muy saludado y abrazado.
Tráfico
El tráfico de drogas se configuró el 27 de septiembre del año pasado, cuando en horas de la tarde personal de la Armada efectuaba un patrullaje de rutina en el sector costero, en avenida Costanera del Estrecho, a la altura de calle Sarmiento, y sorprenden a Jorge Medina estacionado en un vehículo marca Mitsubishi, modelo Pajero, en compañía de otra persona fumando al interior un cigarrillo artesanal. Al proceder al control y fiscalización se dieron a la fuga, pero Medina fue capturado y le encontraron cuatro envoltorios de papel con marihuana y otros dos con cocaína.
De acuerdo a la acusación del fiscal Oliver Rammsy, ese mismo día, alrededor de las 16.00 horas agentes del OS-7 de Carabineros ingresaron al domicilio del acusado, donde en un velador del dormitorio del acusado encontraron otros dos envoltorios de nylon con marihuana paraguaya prensada, cuyo peso bruto fue de un kilo 290 gramos. En la cocina la policía encontró una licuadora Moulinex con residuos de marihuana, “utilizada como moledor del alucinógeno para su posterior dosificación”.
Para la fiscalía esto constituye un tráfico ilícito de drogas. Para los jueces que condenaron a Medina, la cantidad de droga encontrada en su poder “hacen inverosímil la alegación de su defensa en cuanto a estar destinada a su consumo próximo en el tiempo”, resuelven en la sentencia. No les parece factible que “dicha cantidad de droga fuese acumulada por el acusado para fumarla en forma privada, sino que emana de la prueba que se ha ponderado, que efectivamente tenía por finalidad ser transada en el mercado ilícito a terceros consumidores”.
Defensa
En el juicio oral el abogado defensor, Danilo Gallardo, no controvirtió la acusación del fiscal, desde que en su alegato de apertura expresara que la droga era para el consumo personal, pero su representado no puede “jurídicamente” pretender que la droga se considere en ese sentido. “Además y sin perjuicio de ello, no fue probado por ningún medio que el acusado era un consumidor de tal grado y naturaleza que pudiese haber fumado 20 pitos de marihuana al día”. Además no habría coherencia con los dichos de su padre quien señaló no haberlo visto fumar.
A la vez, el ministerio presentó testigos que establecieron que el acusado era investigado hace un tiempo como proveedor, elemento que se condice con los hechos ocurridos el día 27 de septiembre del año 2012.
En el juicio Medina declaró y reconoció la acusación en su contra, no así que la droga encontrada en su vehículo fuera de su propiedad. Negó que le perteneciera, pero sí la de la casa.
Finalmente Jorge Medina fue condenado a cuatro años de cárcel por tráfico de drogas, perpetrado el 27 de septiembre de 2012.