
Un adolescente de 17 años, iniciales C.A.G.L., con prontuario policial, será ahora investigado por el delito de amenazas, luego de ingresar al Unimarc de calle Bories y sustraer tres botellas de pisco, cuando fue sorprendido por los guardias. El menor se ofuscó y asumió una actitud agresiva, amenazándolos de muerte. Incluso habría sacado a relucir una manopla. Las amenazas las repitió después con personal de Carabineros que lo detuvo y trasladó a la comisaría.
Ayer, el fiscal Eugenio Campos lo formalizó por amenazas y el juez le impuso como cautelar la prohibición de acercarse a las personas afectadas y, además, quedará bajo el control de la Fundación Esperanza. Como querellante, en representación legal del supermercado, actuó la abogada María Paz Bahamonde.