Fueron 18 familias las participantes, que en su mayoría no había asistido a la piscina anteriormente, cuyos protagonistas fueron los párvulos. Como peces en el agua se vio a los niños, niñas, familias y educadoras pertenecientes al Programa Educativo para la Familia de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, JUNJI, quienes disfrutaron una agradable hora en la Piscina del Gimnasio Fiscal.
Fueron 18 familias las participantes, que en su mayoría no había asistido a la piscina anteriormente, cuyos protagonistas fueron los párvulos (entre los seis meses y los cinco años de edad). A los padres o adultos responsables se sugirió considerar la disposición de los niños y niñas para entrar a la piscina, obviamente, sin obligarlos. Una vez en el agua, no hubo quien los sacara: Jugaron con balones, con barras, practicaron el pataleo y braceo como ejercicios musculares. Además, nombraron las partes del cuerpo e interactuaron con el resto del grupo.
Al respecto, la Coordinadora Técnica del Programa Educativo para la Familia, Claudia Wuth, manifestó que “entregamos material donde se explican los beneficios de la natación en familia, entre los que destacan la autoconfianza, el autocuidado, aprovechando el agua como un medio más seguro para el ejercicio. Es una oportunidad para reconocer el cuerpo, para desplazarse de manera diferente, generando efectos psicológicos positivos y, finalmente, favoreciendo el apego, ayudando a iniciar la socialización sin traumas, amplía el horizonte de los juegos compartidos y consolida los vínculos de afecto con sus familiares”.
Esta actividad fue parte de la planificación del Programa Educativo para la familia. “Es un proyecto específico conjunto, denominado ´Mi ciudad me encanta, encanto a mi ciudad` vinculada a la actividad física que está orientado a ampliar las posibilidades de experiencias educativas en otros contextos. Tuvo una excelente acogida y según la evaluación realizada, donde se compartieron las experiencias, todos quieren volver a la piscina, porque fue muy entretenido, fuera de lo común, donde perdieron el miedo al agua y fortalecieron el apego”. Añadió Claudia Wuth.