En Puerto Natales, el matrimonio formado por José Miranda Bórquez y Verónica Muñoz cumplieron ayer con la penosa misión de recibir los restos de su hijo Eduardo Miranda Muñoz, funcionario de Gendarmería que se quitó la vida en la cárcel de Colina I, en Santiago. Al arribo estaban, además, el mayor Patricio Concha Mora, la asistente social Karin Caamaño y el amigo, y compañero de promoción, José Ibáñez Muñoz.
Los restos son velados en calle Arauco 944 y el funeral se realizará esta tarde, a partir de las 13 horas, con una ceremonia religiosa en el Templo Don Bosco, para luego dirigirse al cementerio Padre Pedro María Rossa.
Molestia
Ante el suicidio de este joven funcionario, la directiva de la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes emitió un comunicado, donde declaran que “resulta incomprensible, ante el alto número de suicidios protagonizados por funcionarios de Gendarmería, especialmente jóvenes gendarmes, que aún el Gobierno ni la institución enfrenten este gravísimo problema con medidas o acciones tendientes a neutralizar esta seguidilla de hechos”.
Exigen que se arbitren las medidas necesarias para que el personal reciba atención sicológica y social, que con urgencia la requieren, “considerando lo agobiante y estresante de la función penitenciaria”.