Con la discusión del Concejo Municipal para solucionar el problema de los perros vagos de Punta Arenas, siempre saltan a la sobre mesa los eternos problemas y las mejores ideas para que tengamos una ciudad mejor. Es que el amor por nuestra tierra nos lleva a buscar nuevas ideas y va mucho más allá del pelambre y la sola crítica política. Esto es cosa de ser magallánico y de querer a Punta Arenas.
Cuando vemos nuestra historia y nuestras principales características, podemos al menos opinar que las hemos aprovechado. Pocas ciudades importantes tienen los vientos nuestros y sin embargo la única idea explotada es una especie de monumento a más de 70 kilómetros del centro, debe haber registros históricos de vientos para más de alguna idea, y de algo más que para contarlo deben servir las viejas sogas para no caer en la esquina del edificio de Enap…
Y aunque la nieve ya casi es tema de la nostalgia, aún tenemos el Club Andino y con un decidido trabajo podríamos invertir para tener el Centro de Tres Morros para tener una oferta turística y deportiva importante. Más unas pistas de hielo, podríamos tener unos juegos o festival de invierno de interés. Sería ambicioso pensar en Whisler o Solchi como sede de juegos olímpicos de invierno, pero hay ciudades en donde se paga por sólo entrar a un bar de hielo.
Y si pensamos en nuestra fauna, pocas ciudades tienen tantos pingüinos cerca y si no fuera por este diario, se estaría hablando más del castor… De las ovejas y su lana, recién se están viendo esfuerzos por el diseño y una producción más elaborada para productos de calidad, pero siguen siendo aislados y si unas mil personas quisieran comprar unas pantuflas de lana cruda, no las habría. Con la artesanía de lenga sería algo parecido y una especialización en estas artesanías con apoyo de materias primas del sector público podría ser el camino.
Hace unos años se hablaba de nuestros característicos techos rojos de las casas… por qué no hacer una campaña para recuperar el color. Como cuesta mantener el verde de los parques y avenidas para los ayuntamientos, hay ciudades que con éxito han entregado avenidas a las empresas que los mantienen y por cierto con linda vegetación diseñan en el prado sus marcas.
Lo de los perro vagos, parece ser más simple de solucionar, sin tener que ir al extremo de la matanza de animales, y un continuo programa de esterilización permitiría controlar la población canina y de paso ayudaría al aseo de la ciudad. Hace varios años financiamos en el CORE largas campañas para el control de la hidatidosis, y la situación de hoy justifica nuevamente apoyar un programa de esterilización.
De nuestra historia, necesitaría más espacio, pero al menos estar a orillas del Estrecho de Magallanes, que está cerca de los 500 años de su descubrimiento y de la primera vuelta al mundo, es de tal importancia que hasta en Sevilla lo entendieron.
Ser puerta de entrada a la Antártica, con toda la historia de las primeras expediciones antárticas y el rol logístico actual y futuro, podríamos fortalecerlo a través de la inversión del mentado centro interactivo antártico. Y si de infraestructura se trata, ya debiera concretarse la ampliación del muelle Prat; un techado del estadio Fiscal; y un centro de eventos público…
Donde todos coincidimos es que ya no podemos dejar las puertas abiertas de los autos ni bicicletas afuera… ojalá prospere la iniciativa del diputado Marinovic y tengamos una nueva Comisaría, estoy seguro que con más carabineros estaremos mejor.
Sin duda que con estas inversiones, más algunos avances que ya tenemos como el emprendimiento en hotelería; en gastronomía; un recuperado teatro municipal; un gran casino; estaríamos en condiciones de tener a Punta Arenas como un destino filete para ser Ciudad de Eventos. Para un congreso internacional de medicina, no hay duda que entre volver a ir a Nueva York o venir a Punta Arenas, nos elegirían.
Al final recuerdo al viejo parrillada González en la barra del estadio Fiscal para el Nacional del 80, y todos gritando antes del penal de Fito Rogel: Con viento, con nieve, Punta Arenas se las puede!.

Por José Barría Bastimenta
Ing. Comercial – MBA Executive