
Todo porque los pandas son adorables, mientras que los topos calvos pueden parecer para muchas personas una aberración de la naturaleza, pero todos son seres vivos y necesitan igualmente ayuda porque están en peligro de extinción.
Según explicó el propio Simon Whatt, los seres humanos sienten más empatía por los animales cuyos comportamientos y cualidades son más similares a los suyos, por lo que su intención es ampliar el punto de vista de las personas preocupadas por la vida salvaje.