A partir de ayer comenzó a regir la Ley de Donantes Universal que establece que todas las personas mayores de 18 años serán donantes de órganos, salvo en el caso de quienes renuncien expresamente en una notaría (trámite que será cobrado) su negativa de ser donante. La seremi de Salud, María Isabel Iduya, sostuvo que la nueva normativa establece que quienes se rehúsen a ser donantes perderán la prioridad en caso de necesitar trasplante. “Uno en la vida tiene que ser consecuente. Porqué voy a asumir que otra familia va a tener la generosidad de ser donante, si yo no estoy dispuesto. Creo que en el acto de ser donante hay una generosidad tanto por parte de la persona como de la familia. Esto tiene que ser entendido para los dos lados, si no estoy dispuesto a donar mis órganos en caso de que una familia lo necesite con extrema urgencia, cuando yo ya no estoy vivo, por qué le voy a pedir a otra familia que sea capaz de un acto de esa generosidad, yo creo que ese es el sentido”.De acuerdo a lo informado por la seremi de Salud, esta modificación fue necesaria debido a que la ley anterior, en lugar de propiciar una mayor donación de órganos, incentivó la decisión contraria. Según cifras del Registro Civil hasta mayo del 2013, en Chile, más de 3,5 millones de ciudadanos habían manifestado su voluntad de no ser donantes.
