Por el millonario desfalco, Aguirre solicita que la justicia condene a esta persona a cumplir dos penas: una de siete años de cárcel, como “autor de 115 delitos de falsificación y uso malicioso de instrumento privado mercantil y apropiación indebida”. Más una segunda pena, de tres años de presidio, por los delitos de “abuso de firma en blanco”.
Pasando por caja
De esta manera, Aguirre cierra un primer ciclo de esta larga investigación destinada a aclarar el paradero final de los $ 176.778.230 que giró el imputado de las cuentas de la Confederación Deportiva de Magallanes. Según el detalle de los documentos, entre febrero de 2009 y octubre de 2011, Vargas “desfiló” en las cajas de los bancos Santander, BCI y BBVA, cobrando cheques, por diferentes montos; y otra cantidad no menor los depositó en su cuenta corriente.
Solamente a modo de ejemplo, ya que es imposible publicar la nómina completa, la cual supera los 100 cheques, el 15 de mayo de 2009 pasó por caja y cobró $463.500; días después, el 26 mayo, $342.420; luego, otro cheque por $472.710. El 1 de junio cobró por caja $331.980. Al día siguiente pasó al BCI y cobró otros $268.770. Figuran decenas de documentos que Vargas hizo efectivos por caja, por montos variados como $708.850; $1.375.000; $1.590.000, y así suma y sigue el listado.
Impresiona, de acuerdo a la acusación del fiscal, la cantidad de viajes del ex tesorero a las entidades bancarias. Prácticamente no hubo días en que no fuera a retirar dinero, con cargo a las cuentas corrientes de la Confederación.
Para esto falsificó diversos cheques, “los que llenaba, para luego imitar o fingir la rúbrica del titular, presidente de la Confederación Deportiva, Miguel Sánchez Oyarzo, para acto seguido, proceder a suscribirlos como segunda firma giradora, en su calidad de tesorero, conforme autorización de firmas que mantiene el banco al respecto”, describe la acusación.
Fue así que concurría a las entidades bancarias, donde presentaba estos cheques, “aparentando que habían sido suscritos por ambos titulares de dicha cuenta, lo que le permitió que los cajeros de las entidades autorizaran y cursaran el pago de los respectivos cheques”. En ocasiones, el imputado recibía dinero efectivo o pedía que le hicieran el depósito en su cuenta corriente personal del Banco BCI.
El Ministerio Público acusa a Rubén Vargas de apropiarse indebidamente de los fondos de la Confederación Deportiva de Magallanes, los cuales hasta el día de hoy no ha restituido a su legítimo dueño, “a lo que estaba obligado en su calidad de tesorero”, generando un perjuicio millonario para la entidad deportiva.
En otra oportunidad, tomó dos cheques que estaban firmados por Miguel Sánchez, los llenó a su nombre, como beneficiario, y cobró en las cajas del Banco Santander, obteniendo para su beneficio $ 9.174.300.
Además, a través de un convenio suscrito entre la Confederación y el Instituto Nacional de Deportes (IND), para administrar la piscina temperada, entre julio de 2010 y junio de 2011, Vargas se aprovechó de otra cuenta corriente y llenó cheques imitando la firma de Miguel Sánchez para obtener otros 11 millones de pesos.