La ludopatía: cuando jugar obsesiona y enferma

General
30/11/2013 a las 11:29
Además de este caso, se debe recordar lo ocurrido en Punta Arenas con el ex tesorero de la Confederación Deportiva de Magallanes y con el suicidio de una mujer en un casino de la comuna de San Francisco de Mostazal. “Perdónenme, estoy enfermo… enfermo por el juego”. Con estas palabras, un empresario viñamarino enfrentó al juez luego de ser formalizado esta semana por estafa y usura, delitos que dejaron al descubierto un nuevo caso de ludopatía, la enfermedad por el juego. En el caso de este hombre de 55 años, perdió en el Casino de Viña del Mar $ 1.000 millones.
El protagonista de esta historia, echó mano a recursos propios, pero también de su sociedad de inversiones y de casa de cambios. “Me di cuenta en un minuto que esto no daba para más”, señaló ante el juez. Antecedentes señalan que esta persona iba entre dos y tres veces diarias al casino, llegando incluso a drogar a su pareja para evitar las discusiones al respecto.
Dicen que la ludopatía es un infierno que no entiende de condiciones sociales y quienes la padecen aseguran que una de las cuestiones claves para la rehabilitación es que se pueda entender que se trata de una enfermedad.
Y no es cuento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la incorporó como enfermedad en 1992, luego de una seguidilla de casos registrados en los Estados Unidos, que instalaron un problema de salud grave y que, incluso, obligó a la intervención del Estado para concientizar a la población sobre la llamada ludopatía.
Punta Arenas registra un caso ya emblemático y en el cual aparece como protagonista el ex tesorero de la Confederación Deportiva de Magallanes, quien hoy aparece formalizado por la apropiación de varios millones de pesos. “Reconozco la falta que he cometido, nunca fue con mala intención, siempre pensé que podía ganar algún dinero y devolver la plata que usé indebidamente. Le pido disculpas a los dirigentes de la Confederación; a lo mejor no vale, pero quiero pedirle disculpas a los deportistas de Magallanes, pedir disculpas a la comunidad en general y también a mis amigos y, fundamentalmente, a mi familia a los que les estoy haciendo mucho daño y decirles que estoy profundamente arrepentido de lo que he hecho”, señaló en su oportunidad Rubén Vargas.

Problema personal
Los estudios son claros en señalar que los establecimientos de juegos nada tienen que ver en la irrupción de esta patología. Más bien, se explica que las personas que sufren de este impulso son blancos fáciles de cualquier otro tipo de trastorno consumista.
Por eso, si le gusta el juego pregúntese lo siguiente:
¡Sería capaz de cometer un delito para conseguir dinero para jugar?; ¿se siente inquieto o irritable al tratar de jugar menos o dejar de jugar?; ¿juega para escapar de los problemas o de sentimientos de tristeza o ansiedad?; ¿apuesta mayores cantidades de dinero para intentar recuperar las pérdidas previas?; ¿pierde tiempo del trabajo, posterga una relación u oportunidades en sus estudios o en su carrera debido al juego?; ¿miente sobre la cantidad de tiempo o dinero gastada en el juego?; ¿hace intentos infructuosos por jugar menos o dejar de jugar?; ¿siente la necesidad de pedir dinero prestado debido a las pérdidas ocasionadas por el juego?; ¿apuesta o al menos quiere apostar cantidades cada vez más grandes de dinero para sentir excitación?; ¿pasa mucho tiempo pensando en el juego, como recordar experiencias pasadas o formas de conseguir más dinero con que jugar?
Si alguna, varios o todas las anteriores son parte de su actuar, no dude, está en el camino de ser un ludópata.

¿Qué hacer?
Si tiene esta patología, su qué hacer sólo se limitará a jugar, ni siquiera a seguir ganando, porque incluso aquello pasará a segundo plano. Entonces, si desea poner límite, debe reconocer que está enfermo.
El tratamiento de las personas con ludopatía comienza con el reconocimiento del problema, con el compartir el problema y tratar de buscar ayuda médica.
Las terapias son la principal y, hasta hoy, la única salida real, porque los pocos estudios sobre medicamentos aún no son claros acerca de los efectos que pueden generar antidepresivos y los antagonistas opioides.

Las mujeres adictas
En el tema de la ludopatía hay otros antecedentes que bien vale la pena mencionar.
Uno de ellos corresponde a un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco (UPV) , que apunta a que la soledad y la evasión de los problemas personales son las principales causas que llevan a las mujeres a caer en la adicción al juego. Por temor al rechazo social, a ellas les cuesta más asumir este problema que a los hombres. En un 70% de los casos, las afectadas sufren además malos tratos.
Se agrega que mientras el hombre tiende a jugar más por excitación y para ganar dinero, las mujeres, por el contrario, lo hacen para evadirse de la soledad, del aburrimiento, de problemas familiares o de pareja y para afrontar estados de ánimo como la depresión, la ansiedad y la ira.
Además, se asegura que el riesgo de las mujeres a caer en la adicción aumenta cuando han experimentado pérdidas significativas; tienen maridos alcohólicos o que se encuentran mucho tiempo fuera de casa; o han sufrido sucesos traumáticos en la infancia, como abusos y maltratos.
No en vano, el informe revela que el 70% de las ludópatas son también víctimas de violencia intrafamiliar.
En abril pasado una mujer se suicidó al interior de un casino en la comuna de San Francisco de Mostazal, VI Región del Libertador Bernardo O’Higgins.
La víctima, de 53 años, se ahorcó con el cordón de la ducha en una de las habitaciones.
De acuerdo con los antecedentes recabados por la Brigada de Homicidios de la PDI, la mujer era ludópata y tenía una millonaria deuda a causa del juego.
Este es un caso extremo, pero que refleja fielmente las consecuencias de cómo el juego puede llevar a convertirse en obsesión y en enfermedad.

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