Las preferencias se inclinan por los cortes de cerdo, pollo y vacuno, dejando atrás al tradicional pavo. Dentro de los aspectos a considerar para una buena mantención, cuentan el envolverla, refrigerarla y cocinarla máximo 12 horas tras descongelarla. Si apostáramos sobre cuál es el mes del año donde los chilenos consumimos más carne, de seguro todos creeríamos que es septiembre; pero no es así. Sorpresivamente, Navidad y Año Nuevo son las ocasiones que inclinan la preferencia por la carne de pollo, cerdo y vacuno, posicionando a diciembre como el mes donde las ventas de carne se disparan y desplazando, además, la tradicional tendencia del pavo.
Así lo confirma el gerente de Ventas de Doña Carne, Jorge Besoaín, quien cuenta que en vísperas de estas fiestas las ventas de carne, en todo el país, se incrementan en un 40%, en comparación a otros meses del año. “Son muchas las familias que optan por cortes de carnes finas para prepararlas al horno, a la cacerola y por supuesto, asadas, como alternativas diferentes al pavo, que hace mucho dejó de ser el ingrediente infaltable de las cenas de fin de año”.
El ejecutivo enfatiza que “diciembre registra el mayor consumo de carne de nuestro país sobrepasando, incluso, lo que comemos durante las Fiestas Patrias, tendencia que no deja de ser interesante”, argumenta Besoaín.
Y como las celebraciones son en pleno inicio de la temporada de verano, es importante tener siempre en cuenta la buena mantención de los cortes, por las altas temperaturas. En ese sentido, Besoaín entrega algunas recomendaciones.
La carne tiene que quedar bien envuelta, ojalá con un film de papel de aluminio y en un recipiente hermético, pues así “se evita que se queme con el frío y se acelere su proceso de descomposición”, explica. Agrega que la conservación de carne en un cooler o refrigeración debe ser de uno a dos días y en caso de que no esté siendo refrigerada, que esto no sea por más de dos horas puesto que “la carne no refrigerada se echa a perder rápidamente y es propicia para el desarrollo de bacterias patógenas”, justifica.
Finalmente, precisa que desde que se descongela, “la carne debe cocinarse dentro de las próximas 12 horas”. Con estos pequeños detalles, se puede disfrutar de una rica cena en familia, sin imprevistos que arruinen estas ocasiones llenas de alegría.