
De acuerdo a la investigación, ambos habrían pactado en forma directa y a precios aún no determinados la venta a dos empresas de 23 tanques M-24 y M-51. El material fue desmantelado, retirado y negociado como chatarra.
Los antecedentes agregan que se pudo fijar el perjuicio fiscal en $46.250.000, lo que fue caratulado como fraude, delito por el cual se hizo parte el Consejo de Defensa del Estado.
Asimismo, se señala que de manera paralela el comandante Villarroel aparece investigado por una posible venta irregular de áridos, por un monto cercano a los $13 millones.
Ambos imputados se encuentran detenidos y notificados en la Fiscalía Militar de Santiago, pues desde hace algunos años se encuentran viviendo en la capital. Villarroel estaba destinado al Comando de Educación y Doctrina (Cedoc), unidad a cargo del recientemente designado comandante en jefe del Ejército, general Humberto Oviedo, quien asume en marzo a la cabeza de la institución.