
Raramente se encuentran restos de gatos en los antiguos yacimientos arqueológicos y se sabe poco sobre la forma en la que fueron domesticados. Hasta ahora, se creía que este proceso ocurrió por primera vez en el antiguo Egipto, hace unos 4.000 años, pero investigaciones más recientes sugieren que esta estrecha relación pudo haber surgido mucho antes. Incluso se ha encontrado un gato salvaje enterrado con un ser humano en Chipre hace casi 10.000 años.
Sin retrotraerse tanto en el tiempo, la nueva investigación sitúa la domesticación de los gatos en las antiguas aldeas agrícolas de China. “Los gatos se sentían atraídos por los antiguos pueblos agrícolas en los que había pequeños animales, como roedores que vivían del grano que los agricultores cultivaban, comían y almacenaban”, explica Fiona Marshall, coautora del estudio. “El pueblo de Quanhucun era una fuente de alimento para los gatos hace 5.300 años, y la relación entre humanos y gatos tenía beneficios mutuos, aunque era ventajosa para los gatos”, dice.