
“Cuando Ivan Ljubicic fue la cabeza del grupo la mayoría de las decisiones se tomaron después de consultar a los mejores tenistas. Todos los jugadores tienen derecho a expresar su opinión. Ahora no es más así”, disparó Djokovic en declaraciones al diario Kurir de su país.
El enfado de Djokovic data de hace poco más de un mes, cuando Federer se paró en la vereda de enfrente en el “caso Troicki” y defendió el sistema anti-doping.