
"En Magallanes, a diferencia del resto del país, hay más tiempo para la familia y eso debe saber aprovecharse. Sólo para llegar al lugar de trabajo un padre de familia en Santiago demora más de una hora. Ese tiempo es casi perdido y en Magallanes se puede aprovechar en familia”. Nuestro despertar de hoy fue diferente al de otras mañanas. Aún se continúan abriendo regalos y el espíritu navideño rodea todo el hogar. Uno de los obsequios que más se agradece de vivir en esta parte de Chile es la convivencia familiar. Eso en otras partes del país no se puede aprovechar de gran forma, debido a las distancias y a los extensos horarios de permanencia fuera del hogar de gran parte de los integrantes de la familia. Por eso los bellos momentos vividos anoche en torno al árbol navideño deberían replicarse continuamente durante el año. Démonos el tiempo, aprovechemos las circunstancias, porque los más pequeños, especialmente, lo agradecerán. El entregarles minutos inolvidables, por ejemplo hoy al acompañarlos a jugar con sus regalos navideños, serán para ellos situaciones que quedarán marcadas en sus corazones. Magallanes debe seguir siendo la región de la convivencia familiar, tenemos los espacios y los tiempos, basta con que lo concretemos. Es un desafío fácil de asumir, porque tiene un gran premio: la felicidad de nuestro entorno.