El trabajo de Gallegos fue incansable, las imágenes así lo indican, trozos de rueda desplegados sobre la llanta del cuatri, evidencian lo duro del tramo recorrido.
“Estuvo dura la etapa, fue larga y había mucha piedra. Pinché como a 100 kilómetros de aquí, y preferí no cambiar la rueda y llegué justo. Se desarmó completa y rompí la llanta, se rompió todo pero llegamos a la meta”, relata extrañamente tranquilo el “Patagón” a Radio Maray.
“Si paraba a cambiar la rueda, por lo menos eran unos 15 minutos que iba a perder, y por suerte se desarmó aquí a 4 kilómetros. El neumático se desarmó completo, quedó en llantas, pero pude llegar sin problemas”, comenta el piloto nacido en Punta Arenas, al finalizar la etapa comprendida entre Antofagasta y El Salvador, cada vez más cerca de la final en Valparaíso.
“Quedan sólo dos etapas y ojalá podamos llegar a Valparaíso. Esa es la meta”.
La dureza de la etapa de ayer, fue tal, que el piloto uruguayo, Sergio Lafuente, quien estaba segundo al inicio de la jornada, debió abandonar la carrera tras romper el motor de su vehículo en el kilómetro 272, dejando al chileno Casale como único líder, con la chance de convertirse en el primer piloto nacional en obtener el título de la competencia más famosa del mundo.
En algún tramo de la competencia, el “Patagón” llegó a estar a la cabeza de la carrera, sobre Casale.
Otro día inolvidable para los representantes chilenos, a la espera que esta buena racha continúe y se corone en lo más alto de la competencia internacional.