
La JIFE, un organismo de la ONU con sede en Viena, considera en su informe anual que la legalización del cannabis en Uruguay en 2013 “marca una tendencia peligrosa”.
El pequeño país sudamericano, de 3,3 millones de habitantes, históricamente pionero en legislación sobre cuestiones sociales, se convirtió en diciembre en el primero del mundo en regular el mercado del cannabis y sus derivados.
Esta iniciativa, de carácter experimental, busca enfrentar al narcotráfico en una región donde las políticas represivas se revelaron ineficaces y condujeron a baños de sangre y a acrecentar el poder de las mafias.