
El caso, informado ayer por el diario El Pingüino, lo confirmó la propia directora regional de Gendarmería, coronel Irene Silva Carrasco, quien ordenó al jefe del penal de Punta Arenas, Segundo Sanzana Barría, una investigación interna para averiguar la veracidad de los hechos relatados.
Una historia que llegó a oídos del seremi de Justicia a partir del asombro de muchos gendarmes que el 1 de mayo no reconocieron a la “visita” como uno de los suyos.
Denuncia del seremi
Fue el seremi de Justicia, Rodrigo Henríquez, quien le pidió a la directora de Gendarmería la investigación a partir de antecedentes que le hicieron llegar personalmente el 4 de mayo, sobre esta irregular situación.
“Este tipo de cosas nosotros no las podemos permitir, pero las medidas las tiene que tomar Gendarmería”. El seremi aseguró que cada vez que alguien realice una denuncia, la misma será investigada y sancionados los culpables.
“En este caso la denuncia existió, se hizo en forma responsable, y la recibí yo”, y agregó que si alguien sabe de una situación irregular que le haga llegar los antecedentes, como ocurrió en esta ocasión. “Y espero que Gendarmería no vuelva a tener otra situación similar, porque si eventualmente llegara a ocurrir las medidas tendrán que ser de otra forma”.
Consultado por la eventual golpiza de un interno, dijo que le constataron lesiones, pero no se le encontró nada anormal. Y sobre el ingreso de un civil, señaló que se trata de un procedimiento interno de Gendarmería y que son ellos los llamados a evaluar lo que sucede con la seguridad de la cárcel de Punta Arenas, debido a que ingresó una persona que no tenía relación alguna con labores del penal.
Y, de paso, dejó en claro que “situaciones de abuso nosotros no las vamos a permitir, y digo nosotros porque cuando doy una opinión la entrego como parte de la institución”. Henríquez dijo que la secretaría ministerial que dirige no está pasiva frente a estos hechos.