
Condiciones climáticas extremas, con descensos de temperatura bajo los cinco grados celsius, impidió ayer el arribo de tres vuelos itinerarios en el Aeropuerto Presidente Carlos Ibáñez del Campo. Esto trajo aparejado que más de 500 pasajeros no pudieran salir ni llegar a Punta Arenas.
La aerolínea LAN, a través de su agente regional Paola Contardo, entregó toda la información referida a lo sucedido con los pasajeros. No así Sky Airline donde, pese a tener oficinas en Punta Arenas, la respuesta fue: “Todo se canaliza a través de Santiago”.
Tres eran los vuelos de LAN que ayer debían salir de Punta Arenas, de los cuales solamente alcanzó a operar con normalidad el primero, de las 7.30 horas (Nº 296). El segundo, de las 10.30 horas, ya no pudo arribar porque a esa hora la pista de la terminal aérea no cumplía con los estándares de seguridad que exige la aerolínea y Aeronáutica para un aterrizaje con presencia de nieve y escarcha. A la espera de un cambio de las condiciones climáticas el avión se fue a Río Gallegos, pero como todo siguió igual la aeronave regresó a Santiago. Y el vuelo itinerario de las 17 horas esperó condiciones favorables en Puerto Montt y al no haber cambios se canceló.
El vuelo que salía a las 11.15 horas tenía 107 pasajeros. Y el de las 17.30 horas 120, todos los cuales quedaron “protegidos” en vuelos itinerarios que vayan a operar hoy. Las esperanzas estaban cifradas en el vuelo que debía arribar a Punta Arenas a las seis de la madrugada, dijo Contardo.
Mientras que el total de pasajeros que en los mismos vuelos debía llegar a nuestra ciudad suman 156 personas en el de las 17 horas y 92 el de la 10 de la mañana.
Jefe aeropuerto
El jefe del Aeropuerto, Daniel Aravena, desmintió informaciones que dieron cuenta de que se quedaron sin líquido anticongelante para la pista. “Eso es falso porque tenemos el stock suficiente para el invierno”, al igual que la sal, que ayer esparcieron más de dos toneladas. La emergencia de ayer, explicó, se produjo por un drástico descenso de la temperatura. Entre las una de la madrugada y las siete de la mañana el termómetro descendió a los cinco grados bajo cero. Esta condición permitió que solamente arribara el vuelo de las seis de la mañana y regreso a las 7.30 horas. Pero el reporte de pista que entregaron los pilotos fue que las condiciones para operar eran muy regulares. Posteriormente, y con temperaturas que se mantuvieron bajo los cero grados celsius, “todos los trabajos y tratamientos aplicados a la pista, como barrido, limpieza, sal y líquidos, resultaron infructuosos y con una condición de regular-deficiente”.
Aún cuando los pasajeros estaban muy molestos por lo sucedido, Aravena pidió comprensión “porque esto lo hacemos por la seguridad de ellos mismos. Todos sabemos lo que es el hielo y la nieve, y con las velocidades de aproximación que trabajan los aviones es mejor evaluar y tener esto en consideración. Además porque los estándares de seguridad han aumentado”.