
Por ejemplo, un radioescucha se mostró confundido en lo que dice relación con la sintomatología, pues ante las advertencias de las autoridades sanitarias sobre los signos que se presentan al momento de contraer la enfermedad, asegura que la información aún es algo ambigua. Otra persona, dijo que la propagación del virus se debe a que las personas no saben distinguir cuándo son portadores de la influenza y por ello, colapsan los servicios de emergencia y es en aquel lugar donde realmente se contagian.
Una mujer, en tanto, criticó la atención recibida en el Hospital Regional. Denunció que tras estar varias horas esperando para que examinen a su hijo, le comunicaron que éste era un paciente con virus AH1N1 sólo a través de un rápido y superficial análisis médico. A ello se sumó la negativa de la doctora de turno que no quiso firmar la licencia médica y de los enfermeros que se excusaron de no poder realizar ese tipo de trámites, por lo que el documento fue firmado por un funcionario del Samu.
Otra parte de la comunidad expresó su molestia ante el accionar de las autoridades del área de educación, que ante la presencia de muchos estudiantes con la enfermedad, siguen impartiendo clases, aumentando la cantidad de contagiados por esta causa.
A estas opiniones se agrega la de una auditora quien estima que primero se deberían reforzar las actividades de prevención y más tarde, informar sobre el número de pacientes afectados con la influenza humana.