
Las relaciones entre la oficina regional del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) y el sector privado están, definitivamente, quebradas. A unos cuantos meses de que comience la temporada alta, aún no se constituye la mesa de trabajo ni los mecanismos para llevar cabo la promoción de ésta. Según el empresariado, ya hay que olvidarse del período 2009-2010 para Magallanes.
Desde las cámaras de turismo regionales aseguran que la actual administración de Sernatur no ha sabido llevar los procesos y, debido a esto, nunca se agilizaron los procesos para desarrollar los planes de acción de cara a la próxima temporada. “Vemos a una dirección regional bastante ausente del trabajo que están realizando todos los actores del sector privado para el desarrollo de la actividad”, acusó hace casi un mes el presidente de AustroChile, Enrique Escobar.
A su vez, desde el ente gubernamental critican al empresariado y afirman: “es muy fácil mandar cartas para complicar el accionar del servicio, en vez de sentarse y conversar las cosas de frente”, se defendía el director de Sernatur, Christian Miranda.
Hoy, el round se lleva sobre las platas y la ingerencia que tendrá uno y otro sector respecto de las decisiones que se tomen en la, hasta ahora, pendiente mesa de trabajo. Según una fuente cercana a la Cámara de Turismo de Última Esperanza, “el plan que va a ordenar el uso de los dineros no está en conformidad de las cámaras, porque fue una decisión unilateral de Sernatur, en el sentido de que no recoge nuestro parecer y no podemos avanzar con él. Por ejemplo, está pidiendo que las ponderaciones de los votos se decidan para ellos, los representantes del gobierno, cosa que creemos que no debe ser así”.
En tanto, la vicepresidenta de AustroChile, Catalina Jaksic, comentó que “en este minuto está en proceso el estudio del reglamento del plan de promoción, que supuestamente lo estaría viendo el Core (Consejo Regional) en la reunión del 3 de agosto. O sea, ya estamos atrasadísimos”.
Votación dividida
Una de las principales críticas a Sernatur por parte del empresariado, es que intenta cambiar las reglas del juego. “Históricamente, cada institución tenía un voto. Pero ahora Sernatur sacó un porcentaje respecto de las participaciones y los aportes: hay un 60% del Fondema y el resto del empresariado, entonces, lo que se quiere hacer es darnos ingerencia del 40%, por que es nuestra participación, y el sector público quedarse con la mayoría”, acusó Jaksic.
Desde Natales, aseguran que se está pidiendo que el 60% de los fondos (alrededor de $ 1.200 millones) sean de libre disposición, “cosa que no aceptamos”, aclaran.
Consultado sobre estas acusaciones, el titular de Sernatur en Magallanes, Christian Miranda, fue claro: “estamos trabajando y si ellos no son capaces de hablar en una mesa en conjunto, lo que piensen no ayuda en nada”.