
La comunidad magallánica está preocupada a raíz de los últimos casos de abusos sexuales en la región. Además, el brutal caso de la violación y posterior asesinato de una menor en Valparaíso indigna aun más a la población de la región austral.
Gran parte de ellos opina que la castración química, que implica la administración de medicamentos a reducir la libido y la actividad sexual, para impedir que los violadores, pederastas y otros delincuentes sexuales reincidan, es una buena opción para sancionar estos delitos sexuales.
Además, la mayoría opina que reponer la pena de muerte es imprescindible para terminar con los asesinatos que se cometen luego de violar a la víctima. “Se debe aplicar la castración química, porque se les va a bajar la líbido y va a impedir que cometan estos ilícitos. Sería bueno para que la sociedad se sienta segura y es un resguardo para los niños que corren el riesgo de ser abusados”, opina preocupada la dueña de casa Paula Cornejo.
ién se desempeña como monitora de folclore, medita la situación y opina que se deben endurecer las penas. “Es realmente lamentable lo que sucede, ya que a veces las penas son más altas para quienes cometen robos que a un violador. Yo creo que la justicia debe ser más estricta. La pena capital se debería restablecer en casos en que estos violadores terminan matando a sus víctimas, ya que en las cárceles los protegen, es como un Hotel para ellos ya que tienen beneficios y los aíslan y protegen para que los demás reos no les causen daño. Yo como madre tengo que velar por mis hijos”, afirma Risco con actitud serena pero con absoluta convicción.