
Nos vuelve a llegar por Correo Electrónico, una denuncia de abusos, desde el Valle Alto del Choapa. La escritora y maestra Ana Leyton nos da cuenta que la Minera Pelambres lleva años usufructuando de la labor minera, efectuando publicidad engañosa, pero lo que entrega como dádivas, no logran superar lo que ha destruido en la provincia. Los trabajadores sociales que disemina por la zona, perfectamente dotados, se introducen en las comunidades a manipular la vida familiar, produciendo enemistades, todo en aras de lograr sus objetivos, que no son otros que la sobreexplotación capitalista. A esta acción depredadora de Los Pelambres, nos cuenta Ana Leyton, se está sumando la Empresa Latinoamericana, filial VALE, cometiendo toda clase de barbaridades atentatorias al ecosistema, en el sector de Maquehua, extendiéndose hacia Quilmenco, respaldados por autoridades regionales, que carecen de argumentos frente a los requerimientos de la comunidad. El Intendente y el resto de las autoridades obsecuentes, callan, dejando al pueblo que los eligió, indefensos ante las acciones arbitrarias de estos depredadores mineros. Y como no escuchan a la comunidad, ésta sale a la calle a protestar y se produce la represión, la autoridad ordena y Carabineros actúa, persiguiendo, golpeando, pateando y disparando al pueblo, como lo hemos visto que hacen con las comunidades mapuches; así mismo ocurrió en Panguesillo y Llimpo hace unas semanas atrás. Mientras eso ocurre en el Choapa, acá en Magallanes se dan abusos similares, pero por parte de la AFP Capital, que no se porqué intervienen en el caso de los exonerados que por toda “dádiva” el estado chileno los ha favorecido con la entrega de un bono, pero luego de 30 y tantos años de ocurridos los hechos; el monto de ello es de $ 7.200.000, para algunos (como fue mi caso, en que en 1973 quedé sin trabajo, lo que luego me significó también quedar sin familia, separado de mis hijos, con los cuales el reencuentro ha sido muy dificultoso). Pero este “tardío aporte” del estado a mi exoneración política, no me lo entregaron a mi, sino a la AFC Capital, que administra mi jubilación, y ésta ha decidido quedarse con mi dinero y cancelármelo de 90 y tantos mil pesos mensuales hasta que la cantidad se termine. Como encontré que ello era un abuso, reclamé a Contraloría, pero ésta no se moja los pies y le pasó el caso a la Superintendencia de AFP, y luego de 5 meses aún espero respuesta.