
Aunque saben que el proceso de recuperación será lento y requerirá de mucho esfuerzo, Javier Alvarado (en la fotografía), padre de la menor, indicó: “Estamos muy felices por la recuperación que ha tenido Macarena. Vivimos semanas muy complicadas luego del accidente, donde todo era incertidumbre. Pero ahora, al ver a mi hija que está despierta, que se alimenta se por su cuenta, es algo que nos llena de felicidad y energía”. Desde el centro asistencial informaron que la menor ha evolucionado favorablemente de las lesiones, aunque se mantiene su pronóstico reservado.
El accidente ocurrió mientras la estudiante de octavo básico de la Escuela Patagonia se dirigía a su hogar. Producto del atropello, la joven resultó con un traumatismo encéfalo craneano (TEC) severo y lesiones en uno de sus brazos, por lo que fue sometida a dos intervenciones quirúrgicas para sacar coágulos que se habían formado en su cerebro.